Barcelona recibió a miles de familias andaluzas, extremeñas, murcianas y gallegas tras la Primera Guerra Mundial. La Ciudad Condal fue una de las que más creció durante el período de entreguerras, fruto del "importante desarrollo industrial, cultural y social" de la época. En 1930, más de la mitad de los vecinos de la capital catalana habían nacido fuera de la ciudad. Muchos, fuera de Catalunya. La crisis económica y la desestabilización, sin embargo, frustraron los planes de los trabajadores y cambiaron sustancialmente el escenario: hambrunas,