Casi una tercera parte de los llamados millennials viven con sus padres, ligeramente más que quienes viven con un cónyuge o compañero. Es la primera vez que eso sucede desde que comenzó a mantenerse documentación de ello en 1880. El resto de los adultos jóvenes viven solos, con otros familiares, en dormitorios universitarios, con compañeros de piso o bajo otras circunstancias. El marcado cambio refleja una larga declinación en matrimonios, amplificada por los problemas económicos de la Gran Recesión.
Comentarios
De esto tiene que estar muy orgullosos los grandes gestores. Y no sólo los nuestros. Les saldrá muy cara la avaricia a la larga...porque toda esa gente, ni será tan crédula, ni tendrá los medios de comprar sus productos.
El drama de esta juventud, es agobiante no poder sentirte dueño de tu vida. Tener un plan de vida, y ver que no llega nunca, sin trabajo o teniendo trabajo sin poder emanciparte en condiciones, gente que quiere ser padre y las cuentas no les salen.
Hartos de la mediocridad que te toca vivir, la dificultad de asentarte o vivir en pareja, o mantener una pareja que sin futuro no se sostiene a largo plazo, la sociedad está cambiando a peor a mi parecer. Individuos cada vez más frustrados y hartos que caen en facilidad en la apatía y el cinismo por ver la difcultad que tiene dar cada paso con un sistema que no es amigo del esfuerzo ni que aprecia tu tiempo personal.
Somos una generación perdida, somos un cúmulo de sueños rotos, de esperanzas perdidas, la resignación es nuestro humor, la apatía nuestro sentimiento.
Y por desgracia algunos que seguimos buscando trabajo, y no estamos en esa franja, también.
Salu2