El monumento a las víctimas del 11-M de la estación de Atocha de Madrid muestra a los 10 años de aquel masivo asesinato un aspecto deplorable. Lo que se suponía tenía que ser una estructura transparente y refulgente, muestra hoy un aspecto triste, sucio y abandonado, estando cubierto de una capa gris de mugre fruto de la intensa contaminación de la zona. El monumento que honra a nuestros 192 compatriotas asesinados y más de 1000 heridos y mutilados al menos debería estar en un estado de conservación decente, acorde con lo que representa.