Aun cuando el feminismo andaluz utiliza de forma estratégica elementos que sistémicamente se identifican con su cultura, por ejemplo, la procesión del Santísimo Coño, pocas veces hace un análisis de su situación desde un enfoque diferencial. La activista feminista y antropóloga Ana Burgos considera que la identidad andaluza ha sufrido un proceso de desempoderamiento histórico y de desposesión de autoestima. El término que usa para expresar su sentir y su experiencia es “andaluzofobia”.
Comentarios
Para Olalla Castro, que también es doctora en Teoría de la literatura y Literatura comparada, la pérdida de memoria histórica en Andalucía es parte de la discriminación que su pueblo enfrenta. Asegura que el “hito histórico” conocido como ‘Reconquista’, nombre que critica, es responsable de esta pérdida de memoria. Durante la parte final de este proceso histórico, se exterminó y expulsó al pueblo andaluz, entonces llamado morisco, de su propia tierra. Castro afirma que ahí empezó la represión y la censura de las manifestaciones culturales y de la lengua andalusí.
Te cagas
#3 Bueno, es lo que Blas Infante se pasó diciendo casi toda su vida.
Supongo que por eso en el cole te dicen que Blas Infante era el "padre del nacionalismo andaluz" y que hizo la bandera y no entran en más detalles sobre su pensamiento.
#3 Ergo si se les expulsó y exterminó, los que habitan esa tierra desde la definitiva expulsión de los moriscos (unos cuatrocientos años ya...) no podrían ser considerados andaluces en ningún caso, especialmente ella, apellidándose Burgos encima, que supongo que lo que habrá estudiado son las comunidades de moriscos que emigraron al norte de África, que serán los que han sufrido el proceso de desempoderamiento histórico (porque los que habitan ahora esa tierra no son, recordemos, andaluces, sino si acaso castellanos mesetarios, supongo).
#6 ¿Quiénes son los andaluces legítimos?
Los visigodos, ¿los romanos de la bética?
#6
No estamos hablando de genética, estamos hablando de cultura. Buena parte de los moriscos fueron expulsados (aunque unos pocos volvieron despues del norte de áfrica) pero los colonos castellanos y gallegos que llegaron a partir del siglo XII ya llevaban suficiente tiempo para ser asimilados y diferenciarse poco de la cultura andaluza, que ya no era propiamente la de los primeros moriscos sino una unión de ésta con la de los colonos. Para cualquiera es evidente que la cultura andaluza bebe de los moriscos, y es igualmente evidente que ésta sobrevivió a su expulsión.
Mamarrachada psicotrópica de la buena. Problemas boboidentitarios del primer mundo.
Palabrofobia.
Las tres voces aseguran que la cultura andaluza, aunque muy diversa en sus formas, tiene elementos históricos tremendamente útiles. La hermandad existente entre mujeres proveniente de un legado andalusí, la convivencia en patios de vecinas y corralas, la desdramatización y la alegría como planteamiento ante la precariedad, el pedirle a la vecina una ramita de hierbabuena, la capacidad de construir un encuentro con lo que se tiene, la brutal concepción de la colectividad y los cuidados, la presencia del ‘¿cómo estás?’ y no del ‘¿a qué te dedicas ahora?’, la enorme expresividad corporal y el contacto con el cuerpo y el arte son elementos presentes que, consideran, se pueden resignificar y rescatar.
Estuve unos meses trabajando en Málaga y fui con ganas de quitarme prejuicios.
Lo que más me ha marcado es ver a tanta madre adolescente, no había conocido ni un solo caso en el norte. De la actitud hacia el trabajo remarcaría el padefismo (que no vagancia).