Según los datos de la Agencia Española de la Administración Tributaria (AEAT), la empresa constructora se gastó 96.640 euros en tomate frito comprado a la empresa Estilo Kik´, de la que Máximo Caturla y sus hijos son los principales accionistas, "no correspondiendo esta operación, aparentemente y a juicio policial, a una relación comercial lógica"
Comentarios
Las mano negra de Orlando es larga.
Con un sobreprecio en el tomate, constituye un vehículo para el pago de comisiones.
Mucho tomate hay en València.