La pobreza es el problema de fondo en uno de los países más depauperados del mundo -Mali ocupa el puesto 176 de 188 en el Índice de Desarrollo Humano-, un lugar donde alrededor de la mitad de la población vive con menos de un euro al día. "De los chicos que emigran solo una cuarta parte va a Europa, mientras que la mayoría lo hace a países vecinos principalmente francófonos, como Senegal o Argelia", apunta la portavoz de Unicef, Eliane Luthi.
La única opción que tienen estos países de que sus problemas sean escuchados es que triunfe un gobierno de tipo socialista o, al menos, incómodo para las grandes corporaciones. Entonces ocuparán portadas de los grandes medios, pero mientras no sea así su miseria es irrelevante para ellos. Eso si el país tiene petróleo o algún interés político, estratégico o energético, si no ni eso.
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Pero aquí no irán los de derechas a dar abrazos.
La única opción que tienen estos países de que sus problemas sean escuchados es que triunfe un gobierno de tipo socialista o, al menos, incómodo para las grandes corporaciones. Entonces ocuparán portadas de los grandes medios, pero mientras no sea así su miseria es irrelevante para ellos. Eso si el país tiene petróleo o algún interés político, estratégico o energético, si no ni eso.
Qué asco de mundo, a ver si reventamos de una vez.
Culpa de quienes los traen a ese mundo, es decir, sus queridos padres.