Eran las cuatro y media de la madrugada del 19 de febrero de 2009 y un individuo, que responde a las iniciales S.R.G., intentó vender cocaína a tres agentes de la Policía Nacional que estaban de servico en el Paseo de la Rosa, en el barrio de Santa Bárbara, en Toledo. El vendedor llevaba en el bolsillo izquierdo de su cazadora una bolsita de plástico con cocaína, que tiró rápidamente al suelo en cuanto los tres policías se identificaron como tales. Y aunque parte de la cocaína quedó esparcida por el suelo, la bolsa que recogieron contenía 38 gr
Comentarios
Mala suerte... si los llega a pillar por separado...
#5 Así sin más.
Pues la verdad es que mi grado de alcohol en sangre me impulsó a hacer algo que no debería haber hecho, metérmela, por suerte resultó tener bastante calidad.
He de decir que el tipo era bastante mayor e iba con un chaval (sobrio) que según me contó "iba controlando que no la regalara toda".
Pero vamos, una temeridad que procuraré no repetir.
#6 Qué suerte pero ten cuidao cabronaso.
mira que es mala suerte ir justo a caer en manos de la competencia
4 años?? que pasa, se la puso mas cara de lo habitual?
#8 Bienvenido a España donde todo son trabas para el emprendedor.
38 grs nada menos¡, bueno un par de gramos de cocaína y el resto vete tú a saber. La próxima vez que les invite a unas filas y ya según reaccionen que intente vender. Pobre diablo.
#10 El M es lo que tiene, la empatía te puede arruinar
El otro día en las fiestas de Sants un tipo me cogió la mano y me vació medio gramo en ella para que la probara, sin mediar palabra, al final le invité a una cerveza. A la gente le gusta mucho el riesgo.
#4 ¿Así sin más? ¿Sin decirte nada coge y te vuelca medio gramo en la mano? Es muy bizarro eso a mi me daría mal rollo. ¿Qué tal era?
#4 #5 Hace ya unos años, unos camellos de M se pusieron tan tochos con su propia mercancía en el garito en el que estaba que terminaron regalando M a todo el que pasada, un esperpento, todo el garito colocado hasta las cejas.
#10 Con el M es muy normal. Con la coca ya te digo que es raro que te inviten, y más raro aún que te vuelquen medio gramo en la mano.