Hace 6 años | Por bomowski a yorokobu.es
Publicado hace 6 años por bomowski a yorokobu.es

En la infancia, cualquier niño o niña puede ser médico, explorador, superhéroe y maestro (o todo ello a la vez) usando tan solo la imaginación. Nadie está incapacitado para hacer nada cuando se usa la fantasía. En los juegos infantiles no hay (ni debe haber) límites. ¿Por qué, entonces, los muñecos que sirven para reforzar esos mundos imaginarios no representan a todos los individuos? La empresa de juguetes Arklu, con sede en Irlanda, se hizo estas mismas preguntas a la hora de diseñar su línea de juguetes.