Las conversaciones, cuando son interesantes, consisten casi siempre en una guerra entre dos posturas enfrentadas. Porque la emoción está en el conflicto y porque la trama se desarrolla desplegando una dualidad. Pero yo siempre me he considerado un hombre de ciencia, de método científico, que busca la objetividad y la consistencia dejando todo lo atrás que puedo mis sesgos, mis preferencias, mis implicaciones.