Hace 1 año | Por --703136-- a 20minutos.es
Publicado hace 1 año por --703136-- a 20minutos.es

La escalada del euríbor y la subida de precios llevan meses presionando el mercado de los hipotecados. La cuota mensual media de los nuevos préstamos hipotecarios se incrementó a lo largo de 2022 casi un 6%, hasta superar los 646 euros. Esta cifra supone que los nuevos hipotecados destinen de media cada mes al pago de la deuda algo más del 30% del salario bruto medio. Los expertos advierten del riesgo de que las alzas de tipos dificulten aún más el acceso a la compra de vivienda.

Comentarios

Robus

#13 Gracias!

BenjaminLinus

Ya están por aquí los periodistas becarios de esta Semana Santa.

powernergia

#15 Los precios han ido expulsando a la gente de los centros de las ciudades, y para ese traslado a "lugar mas sencillo" sigue necesitando una hipoteca, o un alquiler muy alto.

No todo el mundo tiene la capacidad de ahorro para conseguir una hipoteca, pero cuando se puede acceder a la misma, es mucho mas favorable hipotecarse que un alquiler, que igualmente se puede comer el 50% del sueldo.

En realidad la única alternativa real a la hipoteca (insisto, cuando se ha podido ahorrar lo suficiente), es compartir piso, pero es que en realidad un piso de tu propiedad también se puede compartir, y pagar con ello la hipoteca.

Por otro lado gente que vive por encima de lo que puede, existe igualmente entre hipotecados e inquilinos, ese tampoco es el debate.

powernergia

#8 Esos "descerebrados" tienen que pagar hipotecas superiores a esos porcentajes, tal vez por eso, y porque necesitaban vivir en algún sitio.

t

#14 que vivan en un lugar más sencillo, se pude... a ver si reducen por el bien de la gente la capacidad de endeudamiento...

m

30% del salario bruto medio.

¿Para qué usar ahí el salario bruto? No tiene sentido un porcentaje sobre un dinero que no está disponible.

Robus

#6 Y lo dicen como si las casas las comprase gente para vivir sola...

m

#7 Bueno, lo he mirado por curiosidad porque pensaba que serían pocas, pero parece que alrededor de la mitad de las hipotecas son compartidas.

Robus

#9 Pues yo pensaba que solamente un 10% o así serían de una persona sola!

Me pasas las fuentes? no es que desconfie, es que me gustaría mirar todo el conjunto.

t

#6 Para no decir que hay descelebrados que se meten en hipotecas al 30-35% de ingresos netos, con h. variables y sin haber dejado margen de seguridad con una prevision de subida hasta el 5% del euribor...

D

Trankis, no dejéis que estas noticias aporófobas os hundan la moral. Si queréis un pensamiento positivo que os levante la moral, lo único que necesitáis recordar en todo momento es que vuestros hijos os agradecerán que les hayáis hecho nacer en este país tanto como vosotros lo estáis agradeciendo a vuestros padres.

Además, recordad también que lo que necesita la natalidad (y las pensiones) de este despaís de pobreza, de precariedad, de subdesarrollo, de capitalismo y de monarquía es otro baby boom, motivado en el altruismo y la generosidad progenitores. Vuestros hijos os lo agradecerán tanto como vosotros lo agradecéis a vuestros padres, y vuestros padres a sus padres. Además de que vuestros bolsillos también lo agradecerán, gracias a las pensiones aportadas por vuestres hijes. Que sí, que vendrán crisis, pero quienes vengan detrás que arreen, que para eso os hicieron a vosotros los mismo, altruistamente.

No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional.

Os subo esta noticia como otro ejemplo más del tipo de noticia aporófoba que no deberíamos enviar a Menéame, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales sentados por la gente superética y superlista de Menéame, no a la incualificada definición de la RAE de "aporofobia".

Esta noticia, si nos atenemos a esos altos estándares, debería ser considerada aporófoba, además de obviadora de la dimensión cultural, porque, al implicar indirectamente que la pobreza y la precariedad son cosas malas o negativas, está también indirectamente implicando que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o en la precariedad están haciendo daño o perjudicando a esos hijos, lo cual a su vez también implica, indirectamente, que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o en la precariedad son malas personas y malos padres, sin inteligencia.

Estas implicaciones, pues, de acuerdo con la gente superética y superlista de Menéame, han de llevarnos a considerar la noticia entera como aporófoba, incluso aunque esos padres fueran ricos, además de ser obviadora de la dimensión cultural, porque, aparte de culpabilizar y estigmatizar a todas esas personas superéticas y superinteligentes que, simplemente, ejercen su legítimo, legal y fundamental derecho humano y progenitor de considerar que la pobreza, la precariedad y el subdesarrollo son circunstancias estupendas en las que hacer nacer, y criar, a sus propios hijos, también resulta que el acto de defenderse los derechos de los niños al bienestar y a no sufrir la pobreza o la precariedad, se considera equivalente al acto de atacarse, criticarse, culpabilizarse y estigmatizarse el derecho de los padres pobres al bienestar de satisfacer sus propios impulsos biológicos reproductores, familiares y sociales personales; al bienestar de esos padres pobres de tener pensiones; al bienestar personal de imaginarse a los ricos cabreados porque dichos padres pobres han hecho nacer a sus propios hijos en la pobreza; y al bienestar de dichos padres pobres de ver a sus hijos disfrutando la pobreza o la precariedad, de acuerdo con sus derechos culturales y progenitores.

Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. (Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible?)

Quien es pobre es porque quiere votar capitalismo y monarquía, y quien vota capitalismo y monarquía lo hace porque quiere ser pobre.

Y es que la convivencia en una sociedad civilizada precisamente debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, marcos culturales, y diversidades ideológicas, de opiniones, de preferencias, de criterios progenitores y de principios éticos de cada cual, aunque pudieran no coincidir con los nuestros.

España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los españoles, y nos los tienen que respetar así como nosotros, los españoles, también respetamos las culturas y costumbres ajenas.

Y recordad también que cuando hacéis nacer a vuestros propios hijos en la precariedad y en la pobreza, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estéis riendo de ellos.

K

#1 estas bien?

Pikacho

#2 tranqui hace corta y pega,esta triste xq no le abortaron

t

#1 te voto posi pq ya sabes que no sigues la corriente de meneame, donde los pobres no tienen culpa de nada y los ricos la tienen de todo...

Forni

#4 Los pobres no son malos, el empobrecimiento lo es, para pobres y para ricos. Mezclar esas ideas es de una falta de riego sustancial.

D

#4 En realidad no puedo decir que siga ninguna corriente.

No sigo a la derecha porque pienso que el capitalismo, es decir, el enriquecimiento injusto (y por tanto el empobrecimiento injusto también), está mal, y es el principal y único mal a erradicar.

Pero tampoco puedo considerar que siga completamente a la izquierda porque pienso que el liberalismo económico es lo que, si el Estado sabe implementarlo correctamente, el Estado debería utilizar como su herramienta favorita para acabar con el capitalismo (es decir, con el enriquecimiento, el empobrecimiento y la desigualdad injustos), por encima de la fiscalidad, permitiendo así la existencia de una próspera, pacífica y feliz sociedad de enriquecimientos y empobrecimientos justos y merecidos, basados en el trabajo y el mérito (auténtica meritocracia).

Aunque, de todas formas, sí admito que considero que la actual izquierda es menos dañina que la actual derecha.