Alberto Fabra ganó las elecciones pero perdió el gobierno de la Generalitat Valenciana. Lejos de volver a la vida civil, ha optado, como tantos expresidentes de comunidad, por seguir en política. Ha conseguido plaza de senador, ese acomodado refugio para los veteranos que han perdido el sillón oficial (Rita, Montilla, Lerma, Rudi) y, al mismo tiempo, en uso de sus atribuciones como exmandatario de la región, también tiene derecho a una cierta infraestructura. Muy cómoda: despacho, coche oficial, escolta, chófer y dos puestos de asesores.
Comentarios
Selafo!
#1 Siempre pensando en lo mismo.... ..a ver, que un español de bien como Dios manda no tiene estas feas costumbres.
#1 dilo correctamente: Selafo con contrato y no en B como otros
#1 Selafo y melafo!!
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publico.esLa única corrupción que existe es la de los comunistas.