Hace 5 años | Por ClaraBernardo a sinpermiso.info
Publicado hace 5 años por ClaraBernardo a sinpermiso.info

El viernes 25 de mayo, la policía de Nueva York realizó la primera detención del movimiento MeToo: Harvey Weinstein fue detenido y acusado de violación, actos sexuales delictivos, abuso sexual y conducta sexual inapropiada, sobre la base de las alegaciones de dos mujeres. Para los hombres y mujeres de todo el mundo que han contemplado y participado en el arreglo de cuentas de MeToo, éste ha sido un momento de catarsis. Por mucho que hayamos oído que MeToo es una caza de brujas, hasta ahora ni un solo varón preeminente acusado de agresión sexual

Comentarios

AquíNoHayQuienViva

La triste verdad es que, a lo largo de la historia de la jurisprudencia norteamericana, jurados y jueces no le han concedido a la palabra de una mujer el mismo valor que a la de un hombre. Sin pruebas físicas, o al menos sólidas pruebas que lo corroboren, una acusación de una mujer – incluso de dos mujeres – ha sido normalmente insuficiente hasta para presentar un caso de agresión sexual o violación, y no digamos ya para lograr una condena. . Y esto lo escribe una abogada y se queda tan ancha... A ver, si yo acuso a alguien, tendré que demostrar algo más que mi palabra, digo yo, no? Cometer un delito es grave, pero acusar a alguien es serio y si no es cierto es grave, como para sólo escuchar una versión de la historia. Aquí lo que hay es un problema de valores y educación que hay que resolver de pequeños!

GrogXD

#2 Esto me suena a algo que existe en españa....

oso_69

#3 Sí. A falta de pruebas forenses o de otra índole, basta la declaración de la presunta víctima si es sostenida en el tiempo, coherente y aparentemente falta de malevolencia.

tiopio

Desde luego, hasta que no lo maten, no pararán.

oso_69

"Deberíamos presionar para que el sistema penal aborde las alegaciones sobre comportamientos violentos y delictivos. Pero tenemos que crear el cambio en otros lugares, exigiéndole más a nuestro lugar de trabajo, poniendo al día el sistema civil y crear rutas alternativas a la justicia para la abrumadora mayoría de mujeres cuya historia nunca va a escuchar un jurado."

¿Para qué queremos tribunales si ya tenemos antorchas, horcas y la voluntad popular?