El festejo es malo. La potencial audiencia sabe de antemano todo cuanto va a ocurrir. Debemos más de 1 billón de euros, cerca del 100% del PIB ¿cómo piensa el PP hacer frente a la abultada factura en la que nos ha metido? Todos los estamentos de la comunidad deberían debatir sobre el Estado de la Educación, de la Información, de la Ética y de la Democracia.
La potencial audiencia sabe de antemano todo cuanto va a ocurrir. Mariano Rajoy, el presidente del gobierno, presumirá de una recuperación económica que solo él y sus selectivos aliados y colaboradores ven. No dirá ni media palabra de las corrupciones que tiznan a su partido y, por si acaso, advertirá que nada puede “poner en peligro” esas saneadas cuentas corrientes del Estado que contempla en sueños. En particular los “populismos”, a los que atacará con desprecio y sin fijarlos en nombre alguno. Prometerá las mejoras de siempre que no suele cumplir.
Pedro Sánchez, líder de la oposición aún mayoritaria, contará que con él las cosas irían mejor que con Rajoy. E infinitamente mejor que con los “populismos”. Cuando empiecen hablar los representantes del resto de los partidos, los medios cortarán las retransmisiones y el hemiciclo se quedará semivacío por deserción de “sus señorías”. Luego la prensa hará balance a ver si ha ganado Rajoy o Sánchez –no más- arrimando el ascua a su sardina. Pondrán “rifirrafes”, que es una figura que adoran. Y a otra cosa. Los aficionados más fieles comerán palomitas.
Excelente resumen. Todo se ha convertido en un paripé tan aburrido como predecible.
Añado que, por suerte, las intervenciones de los partidos minoritarios serán las únicas que hablen de la realidad y no de datos macroeconómicos sacados del culo y que, al menos, estarán disponibles en youtube. Hagamoslas virales.
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La potencial audiencia sabe de antemano todo cuanto va a ocurrir. Mariano Rajoy, el presidente del gobierno, presumirá de una recuperación económica que solo él y sus selectivos aliados y colaboradores ven. No dirá ni media palabra de las corrupciones que tiznan a su partido y, por si acaso, advertirá que nada puede “poner en peligro” esas saneadas cuentas corrientes del Estado que contempla en sueños. En particular los “populismos”, a los que atacará con desprecio y sin fijarlos en nombre alguno. Prometerá las mejoras de siempre que no suele cumplir.
Pedro Sánchez, líder de la oposición aún mayoritaria, contará que con él las cosas irían mejor que con Rajoy. E infinitamente mejor que con los “populismos”. Cuando empiecen hablar los representantes del resto de los partidos, los medios cortarán las retransmisiones y el hemiciclo se quedará semivacío por deserción de “sus señorías”. Luego la prensa hará balance a ver si ha ganado Rajoy o Sánchez –no más- arrimando el ascua a su sardina. Pondrán “rifirrafes”, que es una figura que adoran. Y a otra cosa. Los aficionados más fieles comerán palomitas.
Excelente resumen. Todo se ha convertido en un paripé tan aburrido como predecible.
Añado que, por suerte, las intervenciones de los partidos minoritarios serán las únicas que hablen de la realidad y no de datos macroeconómicos sacados del culo y que, al menos, estarán disponibles en youtube. Hagamoslas virales.