Visten camisetas reivindicativas, amenazan con sandalias a exdirectores del FMI y podrían ser claves para el independentismo catalán en su objetivo de divorciarse de España. Son militantes de la CUP, un pequeño partido de izquierda radical e internacionalista.
Comentarios
Al final va a seguir todo como siempre que Cruz, Dios mio, que Cruz.
Pobre Mas que se queda sin poltrona.