Una cubana, viuda de un predicador puertorriqueño, ahora dice ser la esposa de Dios. Tiene creyentes: cerca de 300 solo en Venezuela. De este país y otros de la región envían diezmos en su nombre, que en realidad llegan a una empresa de telecomunicaciones en Houston, Texas. Pero la deidad no es avara: ha dicho a sus fieles que paguen impuestos.
Comentarios
La que está liando Carmena
Que nos diga dónde ha pillado eso que se toma.
El articulo va más allá de esta sinverguenza y cuenta más casos de otros que se han dedicado a vivir del cuento de la religión
¿Pero no habiamos quedado ayer que se había ido al Japón?