Hace 8 años | Por juvenal a theguardian.com
Publicado hace 8 años por juvenal a theguardian.com

Yukako Fukushima sostiene el dedo hacia la luz, hay un breve momento en el que no se distingue de sus propios dedos. Nada parece delata que es falso. Para el ojo inexperto, es impecable. Pronto estará listo para ser recogido por su nuevo propietario, uno de los cientos de pandilleros endurecidos que se cortó sus dedos meñiques en un espectáculo ritual de contrición, y que deben su salida de los bajos fondos y volver a la sociedad en general a prótesis de Fukushima.

Comentarios

D

#0 Nada parece delata que es falos.

angeloso

#1 Nunca has visto las manos de un tornero fresador?

Me pregunto, si el ameñicado no tiene dinero para evitar la ablación, la protesista cómo se cobra?

D

Parece bastante fácil, un puto molde, silicona de la buena y algo de colorante...

Arzak_

Se sabe al dedillo la técnica