Publicado hace 4 años por serranitomarranito a eleconomista.es

Queda menos de un mes para que finalice este 2019 y aunque la economía global entra en un nuevo ejercicio los riesgos no desaparecen con la llegada de 2020, es más, muchos de ellos continúan siendo los mismos con diferentes matices. Este año se ha consolidado la desaceleración económica global que ha golpeado con especial intensidad a la economía de la zona euro, una de las más abiertas y expuestas a lo que ocurre en el comercio internacional. En 2020 se espera que esta desaceleración toque fondo y se inicie una nueva etapa de crecimiento.

Comentarios

R

1. La política monetaria de la UE
2. El FMI
3. El dólar
4. La Troika
5. El sometimiento a EEUU

botafoch

Solo cinco? Juas

tiopio

Se olvida del mayor: los fachas.

D

Lo de las tensiones comerciales lo está notando España especialmente con México.
Están a la espera de firmar el tratado de libre comercio con EE.UU. y mientras su economía está en recesión. Las importaciones que hacen desde España han bajado, lo que nos afecta un rato.
No es el mismo caso que con Canadá, que ahí mejora nuestra balanza comercial.
El comercio directo con EE.UU. mejora mucho, tanto en importaciones como exportaciones. Yo no sé si los aranceles van a cambiar algo, quizá no.

Dentro de todo lo que cita el artículo, falta el papel del BCE, que con Draghi estaba claro y era firme y ahora con la nueva presidenta no se sabe qué va a pasar.

Por otro lado los países europeos deberían estar promoviendo mejoras en la producción y los mercados con el impulso fiscal. Como siempre, los adelantados como Alemania o los Países bajos lo hacen a pesar de que a lo mejor les estaba un poco de más. Y, como siempre, los atrasados como España no lo hacen. A nuestros ministros les parece suficiente estímulo que el dinero de los impuestos se los queden los particulares, sin molestarse en saber si esos particulares lo ponen en un paraíso fiscal o lo dedican a mejoras en la economía. La AIReF cifró en 16.000 millones (creo recordar) la cantidad de recursos disponibles en deducciones del impuesto que difícilmente tienen justificación económica. Casi un 1,5% del PIB que se podía dedicar a la mejora de la economía y que se está tirando.