Hace 8 años | Por Horus a runrun.es
Publicado hace 8 años por Horus a runrun.es

Mientras la economía italiana se dirigía hacia el precipicio, la policía no pudo pasar por alto el auge de las comunidades chinas en el país. Autos de lujo circulaban por delante de casas de apuestas chinas y fábricas de ropa. Los inmigrantes del gigante asiático compraban cafeterías italianas y propiedades inmobiliarias. Su prosperidad, sin embargo, no se reflejaba en las declaraciones de impuestos locales.