Uno de los mayores retos de un periodista es saber envejecer. Quizá porque la edad siempre nos pilla a contrapié, porque se despierta una mañana a tu lado y ya no puedes desprenderte de ella, te acompaña siempre como una sombra nueva, más pesada y alargada cada día. También envejece un pastor, y un oficinista, y un albañil, pero ninguno de ellos corre el riesgo de un periodista de hacerse viejo con el patetismo de creerse joven, de sentirse el centro del mundo, de pensar que el tiempo no ha pasado por él. A un pastor, a un oficinista o a un ...
Comentarios
Ni de coña, prefiero la abstinencia.
Entiendo que Cebrián pueda ser un cabrón. Pero repasemos nombres de periodistas, directores y presidentes de grandes periódicos y medios de comunicación en España. Pedro J., Inda, Maruenda, Losantos, etc.
Me refiero que viendo el contexto donde se enmarca Cebrián, creo que centrarse en sus puntos oscuros y en él mismo como personaje, es algo que no lleva a ninguna parte. Vendría a ser aquello del tuerto entre ciegos. Sin duda hay nombres esperanzadores en el periodismo español (Escolar, Evole, incluso Alsina, por ejemplo), pero no nos engañemos, un ecosistema como el reino-feudo español no da lugar a figuras de primer nivel con espíritu crítico y con capacidad de perdurar. Ojo, hablo de primer nivel, francotiradores o alternativos siempre puede haber, que para algo somos el país de Curro Jiménez.
Lo que vengo a decir, es que hay mucho cabrón a parte de Cebrián, y que por muy vendido que sea, es el único gran empresario (o gestor) español que dice abiertamente ser social demócrata. Algo, es algo.
Cansinismo ya con Cebrián.
Cebrian al borde de un ataque de nervios porque no puede domesticar a nadie de UP. Me encanta su bilis.
Algunas veces da lastima ver el patetico esperpento en el que se convierten personas que han disfrutado de un respeto cuando el ansia del dinero y el vicio de poder les pudren.