Una de las concursantes favoritas de "La Voz" ("The Voice") en la televisión francesa ha decidido abandonar el concurso. ¡Pero todos deberíamos pedir que vuelva!
Se da la circunstancia de que esta joven, Mennel Ibtissem, francesa de origen sirio, interpretó magistralmente el "Hallelujah" de Leonard Cohen (ver el vídeo en la noticia), cantándola en francés y árabe.
Hasta ahí, todo perfecto. O casi.
El abandono es producto de la presión sufrida por un repentino linchamiento en redes sociales. ¿El motivo? Unos comentarios que publicó en Facebook en 2016, tras el atentado de Niza, en el que una furgoneta asesinó e hirió a docenas de peatones atropellándolos indiscriminadamente.
Estoy seguro de que esos comentarios habrían pasado inadvertidos o, tal vez, nadie los hubiera buscado o localizado si esta joven no tuviera ascendencia árabe.
Resulta que, en su ingenuidad, esta cantante novel francesa planteaba un hipotético atentado de falsa bandera (es decir, se atrevió a cuestionar la autoría del atentado atribuido oficialmente a Daesh y se aventuró a sospechar del gobierno francés). También ironizó sobre el hecho, muy común en atentados recientes, de que la policía siempre identifique a los terroristas gracias a la documentación que acredita su identidad, que portan encima o bien en los vehículos que utilizan para cometer un crimen. (Apuesto a que ella no es la única a quien este hecho le resulta tan llamativo).
El caso es que, como si se tratara de una lapidación pública, le han llovido acusaciones e insultos por todas partes.
Hasta tal punto que, para evitar seguir siendo objeto de semejante avalancha de violentas críticas y agresiones verbales, ha decidido abandonar el concurso televisivo en el que partía como gran favorita antes de desatarse la cacería.
Eso sí, se marcha no sin antes disculparse públicamente... y seguramente sin acabar de entender por qué motivo debe pedir perdón. Ha condenado claramente el terrorismo, para que nadie pueda afirmar que lo defiende o justifica de ningún modo. Cree que sus palabras han sido mal interpretadas, Y defiende un mundo en paz, bajo el entendimiento y la convivencia.
¿Quién puede no defender estos valores? Obviamente, los fanáticos y los asesinos. Pero también (no lo obviemos) quienes con mucha hipocresía, víctimas de una enorme ignorancia y con la peor de las intenciones desahogan sus prejuicios xenófobos acusando sin más a cualquier persona de respaldar el fanatismo. Y esta vez, desgraciadamente, le ha tocado a Mennel.
Ella dice que quiere seguir creyendo en la Humanidad. También muchos/as lo querríamos, pero cuesta mucho mantener esa fe en el ser humano cuando ves que la sociedad se deja arrastrar por actitudes tan lamentables, causando tanto daño gratuito.
Así que lo siento, pero mi postura es no dejar de denunciar, sin ambages ni vacilaciones, este tipo de linchamientos tan salvajes como injustificados. ¡Paremos esto de inmediato!
Todo el apoyo para Mennel. Porque, como tú o como yo, tiene todo el derecho del mundo a expresar libremente sus opiniones, acertadas o no, ya que lejos de atentar contra nadie, surgen del anhelo de defender la dignidad humana en cualquier rincón del universo, así como del pensamiento crítico y de la duda sistemática ante las manipulaciones a las que estamos sometidos a diario. Y no puede existir un sentimiento más sincero ni una convicción ideológica más profunda..¡Qué gran crimen y qué pecado imperdonable es éste de practicar un pensamiento propio y tener la valentía de expresarlo!
De verdad, ¿qué nos está pasando?
¿Por qué nos puede así la intolerancia? ¿Por qué condenamos de forma tan inquisitorial y censuramos por sistema cualquier opinión ajena que difiera de lo oficialmente aceptable, de ese pensamiento uniforme que alguien se permite imponer como "políticamente correcto"? ¿Cuándo abandonaremos para siempre prejuicios como el sexismo, la xenofobia o la intolerancia religiosa y cultural?
¿Por qué no somos capaces de ver que, cada vez que acusamos y agredimos colectivamente, cada vez que buscamos una cabeza de turco y nos cebamos con ella, nos estamos destruyendo a nosotros mismos? ¿Cuándo entenderemos que, si sembramos odio, sólo recibiremos a cambio más de lo mismo?
Siento decirlo una vez más, pero no hay transformación social posible si seguimos instalados en esta ceguera. No la hay, ni en uno, ni en el otro lado del planeta.
Dejemos de hacernos tanto daño. Dejemos de poner en peligro a la Humanidad en su conjunto fomentando enfrentamientos inexistentes.
¿Y tú, también te sientes del lado de Mennel?
Comentarios
Que te den...