En mi opinión, siempre que los dos progenitores sean económicamente independientes (afortunadamente cada vez ocurre más), los niños deberían quedarse en el hogar y ser el padre y la madre quienes se cambien de domicilio en cada turno de custodia.
De este modo se conseguiría que los niños pudieran llevar una vida más estable y se acabaría con la 'injusticia' de otorgar la custodia y consecuentemente la casa, por lo general a la mujer.
Y acaba el 13, mal número si no crece, jur jur