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Yo fui cristiano conservador y luego me convertí a New Age liberal. Con el tiempo aprendí que la naturaleza de este debate es esencialmente intrascendente. En medio de este contraste de opiniones hay algo que los cristianos conservadores y los liberales post-modernos tienen en común: Metafórica o literalmente, la mayoría ha fracasado en incorporar el concepto de "resurrección" a su vida.
Habiendo agotado la vía del diálogo y dejando de último lugar la posibilidad de dejar su empresa, propongo juguetear con algunas ideas de cómo aprovechar la experiencia con su “mal jefe” para así crecer como profesional
¿Porqué a veces el estilo de liderazgo basado en la petulancia, la rudeza y la impaciencia funciona? Tanto Steve Jobs, como Jorge Luis Pinto , exhiben estilos similares y polémicos de liderazgo que sirven de caso de estudio para responder a la pregunta planteada. Ambos tuvieron éxitos avasalladores y fracasos rotundos en sus carreras, los dos fueron al extremo para obtener lo mejor de sus equipos y ambos hicieron historia en sus nichos específicos. Dejaron una huella imborrable a pesar de su narcisismo.
Yo fui cristiano conservador y luego me convertí a New Age liberal. Con el tiempo aprendí que la naturaleza de este debate es esencialmente intrascendente. En medio de este contraste de opiniones hay algo que los cristianos conservadores y los liberales post-modernos tienen en común: Metafórica o literalmente, la mayoría ha fracasado en incorporar el concepto de "resurrección" a su vida.
Habiendo agotado la vía del diálogo y dejando de último lugar la posibilidad de dejar su empresa, propongo juguetear con algunas ideas de cómo aprovechar la experiencia con su “mal jefe” para así crecer como profesional
¿Porqué a veces el estilo de liderazgo basado en la petulancia, la rudeza y la impaciencia funciona? Tanto Steve Jobs, como Jorge Luis Pinto , exhiben estilos similares y polémicos de liderazgo que sirven de caso de estudio para responder a la pregunta planteada. Ambos tuvieron éxitos avasalladores y fracasos rotundos en sus carreras, los dos fueron al extremo para obtener lo mejor de sus equipos y ambos hicieron historia en sus nichos específicos. Dejaron una huella imborrable a pesar de su narcisismo.