Hay que ser desgraciado para traficar con la salud de las personas.
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En principio lo que tenemos es que separar las cosas. Por un lado la profesión y habilidades del asesino y por otro lado el acto en sí.
Y lo importante aquí es que un hombre se ha cargado a sangre fría a dos mujeres. La causas pueden ser varias y aquí en bilbo circulan un sinfín de historias. Pero el resultado es el qué es. Dos mujeres que se suman a la larga lista de asesinadas por maridos, novios, clientes (como es el caso)...
En cuanto a lo de su profesión y la importancia que se le está dando, de forma completamente amarillista, todo hay que decir, sólo sirve para alejar a la opinión pública de lo realmente importante. Y hasta tal punto ha llegado el lío que ahora nos dicen que no es shaolin, como si eso le importara a alguien (normal, claro). Lo que nos tendría que importar es que un desgraciado se ha cargado a dos mujeres.
Sin embargo a estas personas que ahora le repudian tendría que decirles a ver donde estaban cuando este sujeto aparecía en la tv, ganaba campeonatos internacionales, daba charlas e impartía cursos por todo el mundo. Y siempre asegurando lo que ahora dicen que no era. Una actitud idiota que sólo intenta limpiar una imagen que no tiene mancha ya que no importa si es maestro shaolin, de escuela, abogado o juez.
ES UN INDIVIDUO QUE SE HA CARGADO A DOS MUJERES