Yo llevo mucho tiempo reflexioando sobre el tema de la Fe. En el mundo actual, por mucho que uno queira ser racional, los conocimientos necesarios como para poder opinar con fundamento sobre los múltiples e importantes temas sobre los que hay que decidir son imposibles de tener para un sólo humano. Muchas veces pienso que me hago un fraude a mí mismo pensando que puedo opinar sobre el cambio climático, la economía, el pool energético, las ayudas a la cultura, etc en base a mis conocimientos, ya que tengo claro que no soy ni de lejos un experto en los temas, como mucho una persona culturalmente informada. Sin embargo opino, y creo que lo hago utilizando la Fe, no la Fe en una religión o Dios, sino en personas que considero referentes frente a otras por instinto, o por valores culturales.
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#38 es la aproximación que estoy tomando desde hace algún tiempo, no opinar de casi nada, más allá de lo que conozco bien, que es muy poca cosa. Pero el mundo a mi alrededor no para de opinar, y además con seguridad. Ante eso suelo primero preguntar para ahondar en el conocimiento de esas personas que opinan sobre un tema, y la mayoría de las veces acabo viendo que aun saben menos que yo sobre el mismo, y acabo llegando a la parálisis de no saber que opinar sobre casi nada. De la opinión nace la acción, es decir, el voto, la pertenencia a una asociación, o el trabajo en una comunidad. De verdad que es una sensación a veces angustiosa, un pequeño círculo vicioso del que uno intelectualmente no sabe salir. Acabas siendo un seguidor del "Quod nihil scitur"