Portada
mis comunidades
otras secciones
#54 La ignorancia arrogante nunca dejará de sorprenderme...
A quienes gustamos de idiomas y culturas, no nos dá igual el gallego (después del castellano, la lengua más importante de España, pues no por nada originó el portugués [quinto o sexto idioma más hablado del mundo e idioma de ese territorio peninsular no español considerado el mejor destino turístico de Europa y con una educación superior a la española]), ni el vasco (
#57 a mi me encanta la cultura, pero en españa las lenguas regionales y el chovinismo son axfisiantes. Las primeras por lo politizadas que vienen y las intenciones que traen (que no son sino ocupar el lugar de primera lengua sobre la lengua común que es el castellano).
A ti igual te parece apasionante. Puede ser, quizás seas filólogo, a mi me tienen cansados los que idolatran una lengua como si fuese un ente divino y no pueden evitar hablar de ella en cualquier contexto aunque no venga a cuento.
Y por cierto no es cierto que el portuges sea originario del gallego.
PD si no eres filólogo, probablemente seas nacionalista o simpatizante. No me creo el amor por la cultura como eje central de tu comentario.
#1 Con respecto a «Maricas», prefiero «4 U», de Pimp Flaco (no he visto ningún comentario en YouTube mencionándola):
#6 No era coña, no. Personalmente, para mí el trap es bastante superior al rap español (cuya bases cutres para letras grandilocuentes [para eso, la poesía, gracias] o pseudoamericanas [al contrario que el estadounidense, el rap español ha sido en su mayoría de clase media] no soporto) y, en general, lo aprecio como música juvenil y arte contemporáneo (parafrasenado a César Aira, cuyo brevísimo ensayo sobre arte contemporáneo recomiendo encarecidamente: moderno, original y provocador). He de decir que yo también soy muy bueno compartimentando, y claro que hay mucha mierda y mucha broma en el trap español (Aira, en su ensayo, contrapone los valores clásicos de calidad, belleza y profundidad a los ya mencionados contemporáneos), y claro que no me lo tomo como música buena (como he consumido mucha buena música y poesía desde niño, creo que estoy de vuelta de todo y aprecio lo kitsch, un poco como decía Rimbe: "Me gustaban las pinturas idiotas, dinteles, decorados, telones de saltimbancquis, emblemas, estampas populares; la literatura pasada de moda, latín de iglesia, libros eróticos sin ortografía, novelas de nuestras abuelas, cuentos de hadas, libritos infantiles, óperas viejas, estribillos bobos, ritmos ingeniosos.")
Por ejemplo, prefiero esta canción surrealista, dadaísta y con una buena base (a estas alturas de la película, me parece más creativo, encomiable y talentoso, para este tipo de música, elegir bien que crear cualquier mediocridad de cero:
#16
«Galleguiños», «etarras», «supremacistas catalanes»... pero, ¡ey!, ¡el territorio!, que se pierde el territorio y España «se rompe»... Eso es lo que le importa a los españolistas: el territorio, como en los buenos viejos tiempos imperialistas o como en el Risk.
«Habría que añadir dos derechos a la lista de derechos del hombre: el derecho al desorden y el derecho a marcharse.» (Baudelaire).
Puntos de vista como el de Miguel Anxo Bastos se escuchan poco, desgraciadamente:
«Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.»
#6 No era coña, no. Personalmente, para mí el trap es bastante superior al rap español (cuya bases cutres para letras grandilocuentes [para eso, la poesía, gracias] o pseudoamericanas [al contrario que el estadounidense, el rap español ha sido en su mayoría de clase media] no soporto) y, en general, lo aprecio como música juvenil y arte contemporáneo (parafrasenado a César Aira, cuyo brevísimo ensayo sobre arte contemporáneo recomiendo encarecidamente: moderno, original y provocador). He de decir que yo también soy muy bueno compartimentando, y claro que hay mucha mierda y mucha broma en el trap español (Aira, en su ensayo, contrapone los valores clásicos de calidad, belleza y profundidad a los ya mencionados contemporáneos), y claro que no me lo tomo como música buena (como he consumido mucha buena música y poesía desde niño, creo que estoy de vuelta de todo y aprecio lo kitsch, un poco como decía Rimbe: "Me gustaban las pinturas idiotas, dinteles, decorados, telones de saltimbancquis, emblemas, estampas populares; la literatura pasada de moda, latín de iglesia, libros eróticos sin ortografía, novelas de nuestras abuelas, cuentos de hadas, libritos infantiles, óperas viejas, estribillos bobos, ritmos ingeniosos.")
Por ejemplo, prefiero esta canción surrealista, dadaísta y con una buena base (a estas alturas de la película, me parece más creativo, encomiable y talentoso, para este tipo de música, elegir bien que crear cualquier mediocridad de cero:
#54 La ignorancia arrogante nunca dejará de sorprenderme...
A quienes gustamos de idiomas y culturas, no nos dá igual el gallego (después del castellano, la lengua más importante de España, pues no por nada originó el portugués [quinto o sexto idioma más hablado del mundo e idioma de ese territorio peninsular no español considerado el mejor destino turístico de Europa y con una educación superior a la española]), ni el vasco (
#57 a mi me encanta la cultura, pero en españa las lenguas regionales y el chovinismo son axfisiantes. Las primeras por lo politizadas que vienen y las intenciones que traen (que no son sino ocupar el lugar de primera lengua sobre la lengua común que es el castellano).
A ti igual te parece apasionante. Puede ser, quizás seas filólogo, a mi me tienen cansados los que idolatran una lengua como si fuese un ente divino y no pueden evitar hablar de ella en cualquier contexto aunque no venga a cuento.
Y por cierto no es cierto que el portuges sea originario del gallego.
PD si no eres filólogo, probablemente seas nacionalista o simpatizante. No me creo el amor por la cultura como eje central de tu comentario.
#1 Con respecto a «Maricas», prefiero «4 U», de Pimp Flaco (no he visto ningún comentario en YouTube mencionándola):
#6 No era coña, no. Personalmente, para mí el trap es bastante superior al rap español (cuya bases cutres para letras grandilocuentes [para eso, la poesía, gracias] o pseudoamericanas [al contrario que el estadounidense, el rap español ha sido en su mayoría de clase media] no soporto) y, en general, lo aprecio como música juvenil y arte contemporáneo (parafrasenado a César Aira, cuyo brevísimo ensayo sobre arte contemporáneo recomiendo encarecidamente: moderno, original y provocador). He de decir que yo también soy muy bueno compartimentando, y claro que hay mucha mierda y mucha broma en el trap español (Aira, en su ensayo, contrapone los valores clásicos de calidad, belleza y profundidad a los ya mencionados contemporáneos), y claro que no me lo tomo como música buena (como he consumido mucha buena música y poesía desde niño, creo que estoy de vuelta de todo y aprecio lo kitsch, un poco como decía Rimbe: "Me gustaban las pinturas idiotas, dinteles, decorados, telones de saltimbancquis, emblemas, estampas populares; la literatura pasada de moda, latín de iglesia, libros eróticos sin ortografía, novelas de nuestras abuelas, cuentos de hadas, libritos infantiles, óperas viejas, estribillos bobos, ritmos ingeniosos.")
Por ejemplo, prefiero esta canción surrealista, dadaísta y con una buena base (a estas alturas de la película, me parece más creativo, encomiable y talentoso, para este tipo de música, elegir bien que crear cualquier mediocridad de cero:
#16
«Galleguiños», «etarras», «supremacistas catalanes»... pero, ¡ey!, ¡el territorio!, que se pierde el territorio y España «se rompe»... Eso es lo que le importa a los españolistas: el territorio, como en los buenos viejos tiempos imperialistas o como en el Risk.
«Habría que añadir dos derechos a la lista de derechos del hombre: el derecho al desorden y el derecho a marcharse.» (Baudelaire).
Puntos de vista como el de Miguel Anxo Bastos se escuchan poco, desgraciadamente:
«Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.»
#6 No era coña, no. Personalmente, para mí el trap es bastante superior al rap español (cuya bases cutres para letras grandilocuentes [para eso, la poesía, gracias] o pseudoamericanas [al contrario que el estadounidense, el rap español ha sido en su mayoría de clase media] no soporto) y, en general, lo aprecio como música juvenil y arte contemporáneo (parafrasenado a César Aira, cuyo brevísimo ensayo sobre arte contemporáneo recomiendo encarecidamente: moderno, original y provocador). He de decir que yo también soy muy bueno compartimentando, y claro que hay mucha mierda y mucha broma en el trap español (Aira, en su ensayo, contrapone los valores clásicos de calidad, belleza y profundidad a los ya mencionados contemporáneos), y claro que no me lo tomo como música buena (como he consumido mucha buena música y poesía desde niño, creo que estoy de vuelta de todo y aprecio lo kitsch, un poco como decía Rimbe: "Me gustaban las pinturas idiotas, dinteles, decorados, telones de saltimbancquis, emblemas, estampas populares; la literatura pasada de moda, latín de iglesia, libros eróticos sin ortografía, novelas de nuestras abuelas, cuentos de hadas, libritos infantiles, óperas viejas, estribillos bobos, ritmos ingeniosos.")
a cualquier rap español sobre la vida, los versos, las drogas, el Hamor, etcétera:Por ejemplo, prefiero esta canción surrealista, dadaísta y con una buena base (a estas alturas de la película, me parece más creativo, encomiable y talentoso, para este tipo de música, elegir bien que crear cualquier mediocridad de cero: