Consecuencia de la retirada de cadaveres tras la crisis de las vacas locas. La situación actual es de Tragsa contra los buitres: los buitres quieren comer y Tragsa quiere seguir ganando cuantiosas sumas de dinero con la retirada de cadáveres, que entre trasnporte y demás de la res o animal muerte rondan muchas veces cifras de 3000 euros. Es un negocio redondo para muchas empresas que siguen defendiendo esta normativa.
Antes se muere el último buitre que Tragsa (y otras) no repartan dividendos a sus accionistas.
El cientifismo anticospiración debe estar que trina, no ganan para disgustos. Ahora resulta que sí que existe ese conspiranoico club que solo podría ser imaginación de los magufos y la reina de España participa.
Menos mal que los OVNIS siguen sin presentarse en sociedad, ya lo que faltaba por ver para algunos...