Para #3. Yo creo que se marcha gente con y sin estudios, en general gente sin nada que perder. El espíritu crítico no es materia exclusiva de las universidades. Las personas formadas se marchan porque la mentalidad empresarial española actual no está preparada para invertir y operar bajo esquemos colaborativos, sin entorpecedoras jeraquias dictatoriales, con empleados formando parte integral de las empresas y los proyectos que desarrollan. Creo que España es mayoritariamente un país sin empresas comprometidas con las actividades que desarrollan, con todo lo que ello implica.
Para #6. No se trata tan solo de tener empleo, también se trata de estabilidad laboral y sobre todo de mantener la dignidad desde el trabajo que se realice.
La emigración supera con creces a la inmigración, algo que no pasaba en décadas. Y encima los que se van son los más formados. Este país no tiene presente y quién sabe si futuro. Un pena.