Dentro del laboratorio chino preparado para estudiar los patógenos más peligrosos del mundo.
Biolab de máxima seguridad es parte del plan para construir una red de instalaciones BSL-4 en China.
Un laboratorio en Wuhan está a punto de ser autorizado para trabajar con los patógenos más peligrosos del mundo. La medida es parte de un plan para construir entre cinco y siete laboratorios de nivel 4 de bioseguridad (BSL-4) en todo el continente chino para 2025, y ha generado mucha emoción, así como algunas preocupaciones.
Algunos científicos fuera de China se preocupan por el escape de patógenos y la adición de una dimensión biológica a las tensiones geopolíticas entre China y otras naciones. Pero los microbiólogos chinos están celebrando su entrada al cuadro de élite facultado para luchar con las mayores amenazas biológicas del mundo.
"Ofrecerá más oportunidades para los investigadores chinos, y nuestra contribución a los patógenos de nivel BSL-4 beneficiará al mundo", dice George Gao, director del Laboratorio Clave de Microbiología e Inmunología Patógena de la Academia de Ciencias de China en Beijing. Ya hay dos laboratorios BSL-4 en Taiwán, pero el Laboratorio Nacional de Bioseguridad, Wuhan, sería el primero en el continente chino.
El laboratorio fue certificado por el Servicio Nacional de Acreditación de China para la Evaluación de la Conformidad (CNAS) en enero. El CNAS examinó la infraestructura, el equipo y la administración del laboratorio, dice un representante del CNAS, allanando el camino para que el Ministerio de Salud dé su aprobación. Un representante del ministerio dice que se moverá lenta y cautelosamente; Si la evaluación se realiza sin problemas, podría aprobar el laboratorio a fines de junio.
BSL-4 es el nivel más alto de biocontención: sus criterios incluyen filtrar el aire y tratar el agua y los desechos antes de salir del laboratorio, y estipulan que los investigadores se cambien de ropa y se duchen antes y después de usar las instalaciones del laboratorio. Tales laboratorios son a menudo controvertidos. El primer laboratorio BSL-4 en Japón se construyó en 1981, pero funcionó con agentes patógenos de menor riesgo hasta 2015, cuando finalmente se superaron los problemas de seguridad.
La expansión de las redes de laboratorios BSL-4 en los Estados Unidos y Europa en los últimos 15 años, con más de una docena ahora en operación o en construcción en cada región, también se encontró con resistencia, incluidas preguntas sobre la necesidad de tantas instalaciones .
El laboratorio de Wuhan costó 300 millones de yuanes (US $ 44 millones), y para disipar las preocupaciones de seguridad, se construyó muy por encima de la llanura de inundación y con la capacidad de resistir un terremoto de magnitud 7, aunque el área no tiene antecedentes de terremotos fuertes. Se centrará en el control de enfermedades emergentes, almacenará virus purificados y actuará como un "laboratorio de referencia" de la Organización Mundial de la Salud vinculado a laboratorios similares en todo el mundo. "Será un nodo clave en la red mundial de laboratorios de bioseguridad", dice el director del laboratorio, Yuan Zhiming.
La Academia de Ciencias de China aprobó la construcción de un laboratorio BSL-4 en 2003, y la epidemia de SARS (síndrome respiratorio agudo severo) al mismo tiempo prestó el impulso del proyecto. El laboratorio fue diseñado y construido con asistencia francesa como parte de un acuerdo cooperativo de 2004 sobre prevención y control de enfermedades infecciosas emergentes. Pero la complejidad del proyecto, la falta de experiencia de China, la dificultad para mantener la financiación y los largos procedimientos de aprobación del gobierno significaron que la construcción no se terminó hasta finales de 2014.
El primer proyecto del laboratorio será estudiar el patógeno BSL-3 que causa la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo: un virus mortal transmitido por garrapatas que afecta al ganado en todo el mundo, incluido el noroeste de China, y que puede saltar a las personas.
Los planes futuros incluyen el estudio del patógeno que causa el SARS, que tampoco requiere un laboratorio BSL-4, antes de pasar al Ébola y al virus Lassa de África Occidental, que sí lo hacen. Un millón de chinos trabajan en África; el país necesita estar preparado para cualquier eventualidad, dice Yuan. "Los virus no conocen fronteras".
Gao viajó a Sierra Leona durante el reciente brote de ébola, lo que permitió a su equipo informar la velocidad con la que el virus mutaba en nuevas cepas1. El laboratorio de Wuhan le dará a su grupo la oportunidad de estudiar cómo estos virus causan enfermedades y desarrollar tratamientos basados en anticuerpos y moléculas pequeñas, dice.
Mientras tanto, las oportunidades de colaboración internacional ayudarán al análisis genético y la epidemiología de las enfermedades emergentes. "El mundo se enfrenta a más virus emergentes nuevos, y necesitamos más contribuciones de China", dice Gao. En particular, la aparición de virus zoonóticos, aquellos que saltan de los animales a los humanos, como el SARS o el Ébola, es una preocupación, dice Bruno Lina, director del laboratorio de virología VirPath en Lyon, Francia.
Gran parte del personal del laboratorio de Wuhan ha estado entrenando en un laboratorio BSL-4 en Lyon, lo que algunos científicos consideran tranquilizador. Y la instalación ya ha llevado a cabo una prueba con un virus de bajo riesgo.
Pero las preocupaciones también rodean al laboratorio chino. El virus del SARS se ha escapado de las instalaciones de contención de alto nivel en Beijing varias veces, señala Richard Ebright, biólogo molecular de la Universidad de Rutgers en Piscataway, Nueva Jersey. Tim Trevan, fundador de CHROME Bioseguridad y Bioseguridad Consulting en Damasco, Maryland, dice que una cultura abierta es importante para mantener seguros los laboratorios BSL-4, y se pregunta qué tan fácil será en China, donde la sociedad enfatiza la jerarquía. "La diversidad de puntos de vista, las estructuras planas donde todos se sienten libres de hablar y la apertura de la información son importantes", dice.
Yuan dice que ha trabajado para abordar este problema con el personal. "Les decimos que lo más importante es que informan lo que han hecho o no", dice. Y las colaboraciones internacionales del laboratorio aumentarán la apertura. "La transparencia es la base del laboratorio", agrega.
El plan para expandirse a una red aumenta tales preocupaciones. Un laboratorio BSL-4 en Harbin ya está esperando la acreditación; Se espera que los dos siguientes se realicen en Beijing y Kunming, este último se centró en el uso de modelos de mono para estudiar la enfermedad.
Lina dice que el tamaño de China justifica esta escala, y que la oportunidad de combinar la investigación BSL-4 con una gran cantidad de monos de investigación (los investigadores chinos enfrentan menos burocracia que los de Occidente cuando se trata de investigación sobre primates) podría ser poderosa. "Si desea probar vacunas o antivirales, necesita un modelo de primates no humanos", dice Lina.
Pero Ebright no está convencido de la necesidad de más de un laboratorio BSL-4 en China continental. Sospecha que la expansión allí es una reacción a las redes en los Estados Unidos y Europa, que según él también son injustificadas. Agrega que los gobiernos asumirán que ese exceso de capacidad es para el desarrollo potencial de armas biológicas.
"Estas instalaciones son inherentemente de doble uso", dice. La posibilidad de aumentar las oportunidades para inyectar a los monos patógenos también le preocupa, en lugar de entusiasmarlo: "Pueden correr, pueden rascarse, pueden morder".
Trevan dice que la inversión de China en un laboratorio BSL-4 puede, sobre todo, ser una forma de demostrarle al mundo que la nación es competitiva. "Es un gran símbolo de estatus en biología", dice, "ya sea que sea una necesidad o no".
Traducido por Google.
#9 La situación es muy chujowa.