Y encima se queja de recibir insultos. Menudo caradura. Cada día estoy más a favor de que cualquier día pongan una guillotina en la Plaza Mayor (justo donde una conocida analfabeta se tomó una vez un "relaxing cup of café con leche") y empiecen a rodar cabezas de banqueros y políticos.
Qué pena me da Sostres. Tanta cabeza para nada...