Amigo, me compadecto enormemente de ti, porque no hay nada peor en este mundo que querer dormir y que el ruido no te deje.
Una persona puede aguantar eso un día, dos, tres, pero si es a diario, al final llegas a perder los nervios y casi a volverte tarumba, lo digo por experiencia.
Además, cuando se acerca la hora de dormir, ya te empiezas a poner nervioso y a cabrearte... Es algo que no recomendaría ni al peor enemigo.
Seguro que España los pone... en cuanto cambien los quitamiedos.