
En las últimas semanas se ha hablado mucho en el foro sobre el origen de la bajada de usuarios de este agregador, y ha habido un sector echando la culpa al sesgo ideológico del meneante medio. Sin embargo, creo que la realidad subyacente es mucho más triste, y es que simple y llanamente el contenido en Internet se está volviendo una mierda.
Uno, que ya es un veterano de Internet (desde 1995), de menéame, y que ya toma medicación para la próstata, ha visto Internet crecer desde el mundo loco de los orígenes del todo vale, al aburrimiento del scroll infinito actual. En los 90 y primeros de los 2000 había contenido muy loco en páginas populares, desde fotos de autopsias reales, al famoso artículo en yonkis sobre zoofilia.
Si vemos cuando meneame era realmente interesante, coincide con lo que para mí es el momento álgido de Internet, el momento en el que los blogs resultaron inmensamente populares. Ese momento donde había contenido de altísimo calidad, muchas veces de lectura larga y pausada, con un esfuerzo detrás. Contenido además que escogíamos nosotros, no un algoritmo. Un simple lector de feeds y podíamos añadir a nuestra "revista" particular secciones que nos interesaran. Pero claro, este mundo era difícil de monetizar tanto para creadores como para los proveedores.
En este contexto, es donde realmente menéame era muy interesante. Si echamos la vista hacia ese punto, la mayor parte de los blogs de mi lector venían de artículos meneados. Divulgación científica, viajes, tecnología, historia... había de todo en la portada, y eso llevaba a un debate más o menos sano.
Ahora venimos al presente y la portada es 80/90% política y actualidad, 10% clickbait. Y no es culpa de menéame, es culpa de que internet se ha convertido en eso. Un eríal que cada vez va a peor, lleno de contenido falso, artículos generados por IA, y ragebait/clickbait. Hasta la prensa deportiva se ha convertido en 20% deportes/80% clickbait.
Puede que suene simplemente a señor mayor gritándole a la nubes (rollo Abe Simpson), pero es la realidad. El Internet actual ha frito el cerebro de la mayor parte de la población, incapaz de ver una película sin mirar al móvil, buscando ese constante estímulo. La gente no busca información, busca dopamina, y por eso menéame ahora mismo no es más que un fiel reflejo de la situación real, donde lo que se busca es que la gente entre en los comentarios a cagarse en la madre del otro.
Estamos jodidos
Como sabéis, se planteo usar la entropía (diversidad de fuentes) para limitar envíos. Concretamente se propuso:
Que el límite de envíos que puede hacer una persona (L) no sea fijo, sino que depende de su entropía (E). A más variedad, más margen tiene para enviar cosas.
La fórmula que se propuso es: L = 1 + (Lmax - 1) * E^y.
Y traducido a palabras: El número de envíos permitidos empieza en 1, y se va acercando al máximo (12) conforme aumenta la entropía del usuario, pero con una curva que crece más despacio al principio y más rápido al final.
En lugar de eso, que era buena idea pero que podía desincentivar la participación, he decidido meter un bonus en el cálculo del karma del envío en función de la entropía del usuario.
Este es el código:
Se trata de un refuerzo que premia a quien comparte desde fuentes variadas. Primero calcula la «entropía» del autor, midiendo cuántos envíos tiene y a cuántos dominios distintos apunta; así obtiene un valor entre 0 y 1: si siempre enlaza lo mismo, E≈0; si reparte mucho, E≈1. Con esa E aplica un multiplicador «suave» al karma: «factor = 1 + 0,15 · E^0,85», es decir, como máximo suma un 15 % y la subida crece de forma cóncava para no disparar el efecto de golpe. Además añade una regla opcional: si el autor tiene más de 20 envíos y E es al menos 0,30, el factor no baja de ×1,30 (un 30 % extra). Ese factor se traduce a puntos: «bonus = karma_actual · (factor − 1)». Para que no haya saltos bruscos, se limita el bonus a ±50 puntos y se ignoran cambios menores de 5 puntos, y se deja constancia en la anotación del enlace con la entropía, el factor aplicado y el karma antes y después.
Ahora mismo está en pruebas, podemos retocarlo como queramos manteniendo el espíritu de diversificar las fuentes.
menéame