Hace 12 años | Por alb3r a gentedigital.es
Publicado hace 12 años por alb3r a gentedigital.es

El primer día no, pero el cuarto o el quinto, las mujeres y los niños del Cerro empiezan a contarte historias tremendas. Lo terrible es que se repiten, con pequeñas variantes, en casi todas las casetas de adobe. Una señora te explica que tuvo dos abortos por las palizas que le daba su marido, te enseña las cicatrices, las huellas de los mordiscos, te cuenta cómo le arrancaba el pelo, todo delante de sus hijos, a quienes también zurraba de vez en cuando.