Uno de los efectos más devastadores del cambio climático antropogénico en todo el mundo son las alteraciones en el periodo de crecimiento y maduración de los cultivos, lo que tiene importantes consecuencias para la seguridad alimentaria de regiones enteras. Este problema es particularmente agudo en China. Este país cuenta tan sólo con un 7% de las tierras cultivables del planeta, pero alberga un 20% de la población mundial.