Publicado hace 12 años por DenisDiderot a losmundosdehachero.blogspot.com

Rodeado de tantas sonrisas nadie diría que en este país de brazos abiertos y gente encantadora pudiera existir el mal, pero sí, existe, el mal con mayúsculas, el Mal, un Mal frío y calculador, un Mal chulánganas y despiadado, en manos de una cúpula de matones sin escrúpulos que no sólo condenó a la inquieta Aung San Suu Kyi sino que encarceló a todo un pueblo, cambió el nombre a sus sitios y lugares y les obligó incluso a caminar al revés.