Hace 4 años | Por Quinqui a magnet.xataka.com
Publicado hace 4 años por Quinqui a magnet.xataka.com

Alfredo Pérez Rubalcaba murió a los 67 años de edad. Glosar la historia reciente de España sin mencionarle resulta imposible.

Comentarios

mente_en_desarrollo

#2 El podía ser honrado.

Pero también era amigo de sus amigos y no iba a permitir que al salir de la política no tuviesen un triste yate con putas que llevarse a la boca.

themarquesito

Una cosa que no se suele mencionar es que cuando las tarjetas black, se repartieron 86. Hubo 3 personas que las rechazaron, y Rubalcaba fue una de ellas

BertoltBrecht

Lo podían haber publicado cuando el hombre estaba vivo.

fofito

Me apostaría algo a que al menos el 70% de los políticos no tienen un lugar al que regresar

Esperanza_mm

#1 O mas bien nunca tuvieron un lugar previo, puesto que únicamente se han dedicado a la política...

D

joder, ha sido entrar al post y llenarseme la habitacion a hedor de cal viva. Alguien sabe que puede ser?

B

#5 ¿que relación tiene Rubalcaba con el GAL?, el GAL desaparece en el 87 y por esa epoca ni era ministro (su primer cargo como ministro fue en el 92).

D

#5 tendrás a lasa y Zabala ahí metidos. Rubalcaba ni hubiese usado cal viva que es un desinfectante, es usaría la sulfonitrica, trifluoroacetico, o simple sulfurico

Taras_Bulba

Ahora podrá explicarle de primera mano a Jose Couso lo mucho que hizo por aclarar acallar su asesinato.

talaspelotas

Bueno, bueno, no olvideis a nuestro inefable Naniano, él tambien regresó, a su merecido y bien ganado Registro

D

Ni puta idea de química, se quedó en la acetilación de Friedels y Craff, le pusieron a dar química a los de primero que es como ampliación de química del bachillerato de mierda. Gracias a sus fundamentos no le rebasaron, pero no estaba al día.

sotillo

#10 Normal, después de tanto tiempo muchos ni siquiera lo hubieran intentado, es lo que tienen los humanos que no son ni medio perfectos aunque algunos lo intentan y otros solos lo aparentan

D

#12 epitafio: mi vanidad chafó tu excelencia