Hace 5 años | Por Telaco a infolibre.es
Publicado hace 5 años por Telaco a infolibre.es

Ocurrió en la década de los años 80. Suso Vaamonde fue condenado por la Audiencia Provincial de Pontevedra a una pena de seis años y un día de prisión por un delito de ultraje a la nación española, que actualmente no se contempla en el Código Penal.

Comentarios

D

Es lo mismito, vamos igual igual, incluso voy a decir más, no veo ninguna diferencia...

T

"Cuando me hablan de España / siempre tengo una disputa / si España es mi madre / yo soy un hijo de puta", cantó en uno de sus conciertos.

D

#1 fue haciendo una versión en directo de esta canción de hecho:



Por cierto, gran canción, gracias por recordármela. Meneo al canto

D

#1 ¿éste señor arengó a su público para matar guardias civiles y fiscales al margen de su interpretación?

Robus

ultraje a la nación española, que actualmente no se contempla en el Código Penal.

Sí lo contempla, lo llaman delito de odio y lo aplican a cualquiera que no comulge con el regimen centralista.

D

"Moncho Reboiras, irmán, che asesinaron.
Xosé Baena, irmán, che asesinaron.
Salvador Puch, irmán, che asesinaron.
Garmendia, meu irmán, che asesinaron.
Otaegui, meu irmán, che asesinaron.
Raimundo Patiño, irmán, che asesinaron."
http://susovaamonde.com/buscar.php?song=compa%C3%B1eiros1

D

Según El País y creo que la sentencia también lo dice, él no pronuncia en ningún momento la palabra, sino que deja al público que lo haga:
«aproximadamente sobre las 14.00 horas, se inició la intervención del procesado, Jesús Vaamonde Polo, interpretando una canción en lengua gallega de la que vertía ante los micrófonos una estrofa cuyo texto dice: "Cando me falan de España / sempre teño una disputa / se España é miñana / eu son un fillo de puta", haciendo su interpretación siempre a base de pronunciar claramente hasta la penúltima palabr a y, dicha ésta, dar un golpe de guitarra con la que se acompañaba, retirándose seguidamente o retirando sólo la boca de la proximidad de los micrófonos, continuar hasta el final el canto que, por su ademán, ya seguía coreado desde entonces por el público que le acompañaba y lanzaba en un solo tiempo aquella última palabra de "puta", sin solución de continuidad en el cántico y ahogando cualquier voz».