Hace 10 años | Por kylian a yorokobu.es
Publicado hace 10 años por kylian a yorokobu.es

La decisión se ha tomado desde las instancias más altas del poder. La balanza está fuertemente inclinada hacia un lado. En los últimos años se ha tomado el rumbo de primar el mercado por encima de los criterios humanísticos en la ciencia, educación y cultura. En esta configuración de la balanza, lo útil adquiere este apelativo tan solo cuando es susceptible de convertirse en producto o rentable. Todo lo demás es descartado como un pasatiempo inútil incapaz de generar beneficio a corto plazo.

Comentarios

D

Coincido en que la ciencia básica es necesaria. Ahora bien, creo que en el caso de la inversión pública, los ciudadanos deben de poder decidir donde se invierte su dinero.

Se que algunos opinareis que el ciudadano medio no tiene el criterio suficiente ni tan siquiera para dejarse guiar en esta opinión. Pero para mi la solución no pasa por despojar a los ciudadanos del derecho a decidir que se hace con su dinero, sino por mejorar la calidad de criterios del ciudadano medio.

Es más, diría que hay que apostar por un mundo en donde la gente tenga libertad para dedicarse a actividades cientificas y culturales sin las ataduras actuales. No solo en base a que a unos pocos se les den fondos públicos para que vivan de ello, sino que cualquier persona pueda disfrutar de ello independientemente de su situación. La solución es tan sencilla como apostar por la media jornada y dar más acceso a cualquiera a las instalaciones públicas (haciéndolo de manera responsable, claro está). Se que puede parecer utópico, y que eso no quita el seguir invirtiendo en ciencia según el modelo actual, mientras tanto. Pero no deberíamos de despreciar este objetivo o estaríamos cometiendo una gran injusticia.

Toranks

#2 O economía basada en recursos, y dedicaremos el cien por cien de nuestro potencial a mejorar el mundo.
Pero supongo que como solución intermedia de transición, sería lo que dices.

D

El único conocimiento útil será aquel que te ayude a sobrevivir en la selva, cuando esta civilización se venga abajo y regrese a la Edad de Piedra. Si no sabes hacer fuego con un palo, no sabes nada.