Quienes no tienen costumbre de acudir a las salas de conciertos o a los teatros líricos suelen ponerse en evidencia porque no saben cuándo hay que aplaudir y lo hacen precipitadamente y a destiempo. En las líneas siguientes pretendemos orientar a nuestros lectores sobre este tema. Nuestros comentarios no son normas de obligado cumplimiento, sino una sugerencia de comportamiento para que el aplauso cumpla su función primordial y no se convierta en un ruido molesto, incómodo y destemplado.
Comentarios
En otro orden y salvando las distancias, el regidor y el público de Buenafuente deberían leer este artículo.
Por eso me gusta el heavy, nunca te equivocas levantando los cuernos
/clap
#1 Si, pero molesta mucho (y no solo al publico, tambien me consta que a los musicos) cuando se les interrumpe a cada momento con aplausos. Un poco de educacion musical para la ciudadania hace falta en los colegios!