Hace 10 años | Por --150494-- a blogs.elpais.com
Publicado hace 10 años por --150494-- a blogs.elpais.com

Lamentablemente, la Unión Europea ha apoyado un golpe de estado en Ucrania por parte de grupos armados de ultraderecha – infiltrados en manifestaciones pacíficas proeuropeas - , de cuya acción violenta se han aprovechado los partidos de la oposición, contra un Presidente elegido democráticamente, reconocido por todos los países del mundo - incluidos por supuesto los europeos - con el que en noviembre la UE estaba dispuesta a firmar un acuerdo de asociación. Puede que Yanukóvich no sea precisamente un santo, pero su destitución es ilegal

Comentarios

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Este es uno de los pocos casos en el que menéame pierde por culpa del boicot. Interesante artículo no solo por lo que dice si no por quien lo dice.

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Puede que Yanukóvich no sea precisamente un santo, pero su destitución - votada por la Rada Suprema en un clima de extrema violencia, rodeada y bloqueada por manifestantes armados - es ilegal, puesto que no se ha seguido el procedimiento de destitución del artículo 111 de la Constitución vigente, que es la única vía legal de remover a un Presidente de su puesto, aparte de la dimisión, la enfermedad o la muerte. Su sucesor es, por tanto, un Presidente ilegítimo e ilegal, como lo es el Gobierno, que - constitucionalmente - es nombrado por el Presidente.

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#1 A tí lo de la lista AEDE te la repanflinfa, cierto? Tu vienes, sueltas la basura ideológica en tus envios (cuando no spameas de burda manera) y a otra cosa EH?

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#2

El Boicot no es la ley en meneame, y cualquier es libre de publicar algo de la Aede si lo considera interesante, pese a la pérdida de karma que seguramente signifique. He estado a punto de votarlo positivo solo por tu comentario, pero la noticia ya estaba cerrada.

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#4 #5 Si la lista AEDE nos importa lo mismito a los tres, ahora, que@espeangel es un spamer ideológico que ni siquiera sabe las "normas" del site donde envía ha quedado demostrado.

No lo veo buscando un enlace alternativo para enviar, eso requiere algo de esfuerzo, y eso en este caso es mucho pedirle.

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#6

Esto... es un artículo de opinión. Por definición no hay enlaces alternativos, y si lo hubiera, sería un copia/plagio.

En cuanto a que es un spamer ideológico... Lo primero, no veo sentido incriminarle por eso. Cada cual tiene una ideología y gustos propios, y es evidente que si manda una noticia estará en consonancia con los mismos. No se puede evitar, y mucho menos condenarlo por ello, y desde luego no está prohibido en el reglamento de menéame (bajo mi punto de vista).

editado:
Lo que si se le puede considerar es un Spamer de toda la vida. He visto que ha mandado varios envíos de su propio blog, pero tendría que ver su frecuencia y si lo intercala con otros envíos para ver si se puede considerar spam o no.

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#7 Vale, pero lo de que es un spamer no me lo negarás.

Lamentablemente, la Unión Europea ha apoyado un golpe de estado en Ucrania por parte de grupos armados de ultraderecha – infiltrados en manifestaciones pacíficas proeuropeas - , de cuya acción violenta se han aprovechado los partidos de la oposición, contra un Presidente elegido democráticamente, reconocido por todos los países del mundo - incluidos por supuesto los europeos - con el que en noviembre la UE estaba dispuesta a firmar un acuerdo de asociación.
Puede que Yanukóvich no sea precisamente un santo, pero su destitución - votada por la Rada Suprema en un clima de extrema violencia, rodeada y bloqueada por manifestantes armados - es ilegal, puesto que no se ha seguido el procedimiento de destitución del artículo 111 de la Constitución vigente, que es la única vía legal de remover a un Presidente de su puesto, aparte de la dimisión, la enfermedad o la muerte. Su sucesor es, por tanto, un Presidente ilegítimo e ilegal, como lo es el Gobierno, que - constitucionalmente - es nombrado por el Presidente.
Los acuerdos del 21 de de febrero, una solución razonable propiciada por Alemania, Francia, y Polonia, y bendecida por la UE, no fueron respetados, y la UE calló, y otorgó. En el Gobierno actual de Kiev, un Vicepresidente, tres Ministros (incluido el de defensa), y el Fiscal General, pertenecen al partido de extrema derecha Svoboda, fundado en 1995 con el nombre de Partido Nacional-social de Ucrania, que colabora con los partidos más extremistas de Europa en el seno de la Alianza Europea de Movimientos Nacionales. Las milicias fascistas del Pravy Sektor (sector de derechas), responsables en buena parte de la violencia de Maidan, siguen campando por sus respetos en Kiev, y condicionando los nombramientos y las decisiones del Gobierno. Enfrente, es igualmente ilegal e ilegítimo, por supuesto, el despliegue de fuerzas rusas en Crimea fuera de sus bases, y la toma del poder en esta República autónoma por parte de milicias armadas provenientes del ejército ruso, o apoyadas por él. Las acciones de Moscú van en contra de todas las leyes internacionales, incluida la Carta de NNUU.
Crimea fue rusa desde que Catalina la Grande se la arrebató a los turcos en 1783, hasta que en 1954 Nikita Khrushchev se la “regaló” a Ucrania, en el marco de la URSS. Sebastopol no entraba en la donación, pues tenía estatuto de base militar y siguió dependiendo de Moscú. Desde la disolución de la URRS y la independencia de Ucrania (1991), la adscripción nacional de Crimea - y sobre todo de Sebastopol - ha estado en cuestión, hasta que el 31 de mayo de 1997 – tres días después de la firma de los acuerdos sobre la flota del mar Negro, que permitían la presencia rusa en Sebastopol hasta 2017 – ambas partes firmaron el Tratado de Amistad, Cooperación y Asociación (TACA), por el que se reconocían finalmente las fronteras existentes.
Como es sabido, Ucrania está dividida en dos mitades prácticamente iguales, una prorrusa y otra proeuropea, lo que ha sido fuente de tensión y de crisis desde su independencia. Es evidente que Rusia trata de mantener a Ucrania dentro de su esfera de influencia, por razones económicas, geoestratégicas, y políticas, así como de proteger a la minoría rusa. Pero lo que es verdaderamente irrenunciable para Moscú es su posición en el mar Negro a través de la base de Sebastopol, que considera de vital importancia estratégica. Los acuerdos de 1997 fueron ampliados en abril de 2010, por el llamado Pacto de Kharkov , que prolongó la autorización de la presencia rusa en Sebastopol hasta 2042 (con posibilidad de prórrogas quinquenales) a cambio de una rebaja del 30% en el precio del gas. Probablemente el temor a que el nuevo gobierno de Kiev pudiera romper estos acuerdos, o incluso a que propiciara la entrada de Ucrania en la OTAN, ha empujado a Moscú a tomar riesgos extraordinarios, seguidos con entusiasmo por los habitantes rusos de Crimea (60%), cuyo nuevo gobierno - elegido por la Asamblea de la república autónoma el 27 de febrero bajo presión de grupos armados prorrusos -, se propone convocar el día 16 un referéndum para pedir la adhesión a Rusia.
Llegada la situación a este punto, es imprescindible promover un acuerdo diplomático que pueda apaciguar la tensión, y hacerlo antes de que la crisis escale - especialmente en Crimea- hasta un punto de no retorno. En el acuerdo deberán involucrarse todas las partes concernidas, es decir además de Ucrania y Rusia, EE UU y la UE, bajo el paraguas de la OSCE, de NNUU, o de ambas organizaciones.
Este acuerdo solo puede pasar por el reconocimiento por parte de Moscú de la integridad territorial de Ucrania y de la soberanía del Gobierno de Kiev sobre todo el territorio actual del país, en aplicación de los artículos 2 y 3 del TACA, el repliegue inmediato de las tropas rusas a sus bases en Crimea, o a territorio ruso, y la aceptación por parte de las fuerzas irregulares prorrusas y el gobierno de facto de Simferopol, de la autoridad de Kiev sobre la república autónoma de Crimea.
A cambio, Ucrania debe acceder a mantener los acuerdos de Kharkov sobre la flota rusa del mar Negro, así como comprometerse a respetar a las minorías rusas de Crimea y otras regiones del este y del sur del país, y a mantener el ruso como lengua cooficial de estas regiones. El Gobierno de Kiev, cuya legalidad no reconoce Moscú, deberá comprometerse a no tomar otras decisiones que las necesarias para la continuidad del Estado, hasta las elecciones del 25 de mayo, que deberán llevarse a cabo bajo supervisión internacional (OSCE), así como a desarmar a los grupos irregulares de Maidan y a no tomar medidas contra los rebeldes del este y de Crimea, una vez que depongan su actitud.
La clave que puede anudar la paz y la estabilidad del país a medio y largo plazo, y que debería formar parte del acuerdo, es que se acepte por todas las partes involucradas el mantenimiento en el futuro de la neutralidad de Ucrania, es decir su no adscripción ni a la OTAN ni a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, liderada por Rusia, manteniendo un estatuto que responde a la doble identidad del país. La entrada de Ucrania en la OTAN, que fue aprobada (sin fecha) en la cumbre de la organización en Bucarest, en 2008, sería incompatible con la presencia rusa en Sebastopol y percibida como una amenaza por Rusia, además de no contar con el apoyo de la mayoría de los ucranianos, ya que según diversas encuestas hechas en esa fecha entre un 45% y un 60% de la población se oponía al ingreso y menos de un tercio estaba a favor. En cuanto al Acuerdo de Asociación con la UE, que debería ser compatible con el mantenimiento de relaciones económicas especiales con Rusia, deberá esperar a que haya un nuevo gobierno surgido de las elecciones de mayo. Moscú, por su parte, deberá aceptar el acercamiento de Ucrania a la UE y garantizar que no tomará represalias contra el gobierno de Kiev actual, ni contra el que salga de las urnas en mayo, ni en el terreno económico o aduanero, ni el suministro o los precios del gas.
El mantenimiento de Crimea dentro de Ucrania, después de lo sucedido, implicará la necesidad de dotarla de la máxima autonomía compatible con la unidad territorial, de acuerdo con el deseo de sus habitantes. Otras regiones del este y sur del país con fuerte presencia de población rusa deberán poder también disfrutar de autonomía. Probablemente el mejor futuro para un país de doble identidad como Ucrania es un sistema federal, pero esto es algo que deberá decidirla nueva Rada una vez que la situación se haya estabilizado.
Si se logra superar esta grave crisis, es de esperar que la UE haya aprendido un par de lecciones. La primera, que tratar de actuar en los países de la Asociación Oriental (Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Georgia, Armenia, Azerbaiyán) sin contar con Rusia, es poco realista y puede conducir a crisis graves como la actual, mientras que la cooperación entre ambas partes - sobre la base del respeto a la soberanía de todos los países para decidir su futuro - puede conseguir una estabilidad que hoy en día no tiene ninguno de ellos. La segunda, que los 28 necesitan mucha unidad y determinación para tratar con Moscú donde hay un gobierno fuerte que sabe lo que quiere, presidido por Putin, un hombre determinado, muy distinto del acomodaticio Yeltsin. La UE y Rusia están condenados a entenderse por su insoslayable interdependencia económica, energética en el caso de la Unión, pero más acusada en el campo comercial para Rusia. Además, Rusia en su socio imprescindible en asuntos de política internacional como Siria, Irán, o la lucha contra el terrorismo internacional o la proliferación de armas de destrucción masiva. El enfrentamiento no es solo indeseable, sino imposible. Poner piedras en el camino del entendimiento, sea quien sea el responsable, no ayuda precisamente a construir un futuro de paz y estabilidad que a todos interesa.

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#8

Tras ver sus envios no, no te lo niego. En este caso no cae en spam pero si que envía sistemáticamente todos los artículos de su blog

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#9 Por no decir que solo comenta en sus propios envíos @espeangel

Vamos, como el amigo coñazo que todos tenemos en el wassap que solo cuelga fotos de lo que vende y que solo viene a hablar de su libro. A trollearle sin remordimientos _/ total tampoco va a escuchar ni aprender nada .

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#2 Vale, sorry. No me acostumbro a eso de la AEDE. No me colgueis. Pido disculpas. De hecho yo tengo desde hace tiempo un boikot al País, pero el artículo me pareció aceptable. Ya la he descartado.