Publicado hace 13 años por flexoazul a eldescodificador.wordpress.com

Los políticos canadienses, a diferencia de los españoles, no son personajes públicos que compiten con Belén Esteban por una foto o un titular. No parecen tener necesidad de reforzar sus perfiles con ejercicios de marketing. Trabajan con la discreción y eficacia de un funcionario. Utopías. Si discreción es, como decía Mateo Alemán, saber disimular aquello que no se puede remediar, pedirle discreción a Esperanza Aguirre o a José Bono sería como confiar en sus buenas intenciones.

Comentarios

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No caerá esa breva...

Angelardo

"Su meta es el poder, algo que no siempre coincide con el bienestar de los ciudadanos, y todo está permitido para alcanzar ese objetivo."

En eso se resume todo.

Si es posible un cambio pacífico de la ley electoral que pediría cualquier persona inteligente es negarse a votar a cualquier partido que no tenga ese objetivo recogido en su programa. La sobrerrepresentación que tienen los partidos que tienen el poder de cambiar dicha ley hace prácticamente imposible cambiar ese nefasto sistema que tenemos para asignar a los diputados mientras PPSOE y nacionalistas gobiernen. Ningún partido político votará ninguna ley que perjudique a su propio partido. Estamos secuestrados por nuestra "democracia".

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¿Anarquismo? Ah no...