Como si el nacionalismo y la exaltación de banderas y sagradas patrias y razas no fuera exactamente eso.
El fascismo es como el picantillo, la pimienta o la pebrera, de ese plato fuerte que es el nacionalismo. Al final es sólo cuestión de tiempo que, de todo un banquete comiendo nacionalismo, muchos comensales le echen un pelín más de picante porque a ellos les gusta más así.
"La ultraderecha da color a las celebraciones del centenario en Polonia", hubiera escrito yo.
Comentarios
Nos libramos del comunismo para volver al fascismo.
"Empaña", dicen
Como si el nacionalismo y la exaltación de banderas y sagradas patrias y razas no fuera exactamente eso.
El fascismo es como el picantillo, la pimienta o la pebrera, de ese plato fuerte que es el nacionalismo. Al final es sólo cuestión de tiempo que, de todo un banquete comiendo nacionalismo, muchos comensales le echen un pelín más de picante porque a ellos les gusta más así.
"La ultraderecha da color a las celebraciones del centenario en Polonia", hubiera escrito yo.
Polonia ... y esas lanzas a bandas amarillas y rojas con el extremo en azul.