Hace 12 años | Por Zocato a jotdown.es
Publicado hace 12 años por Zocato a jotdown.es

A pasos cortos y pesados el batallón ascendía con sigilo la falda de la colina, a cuya cresta asomaba ya la primera de las tres líneas. Joe Bird ocupaba la segunda, encogido, pegando a las costillas el metal del Garand y aguardando la orden de abrir fuego. Sabían del silencio de los M40, a unas dos millas atrás, como el preludio al ataque conjunto, cuando había que apretar el cuerpo y rugir con el fusil para no escuchar nada. Una señal delantera les detuvo, como si la avanzadilla divisara ya las curvas del Yalu.

Comentarios

Liteh

A mi me ha emocionado la historia del que después se convirtió en uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto.