Hace 12 años | Por Kabu_ki a jotdown.es
Publicado hace 12 años por Kabu_ki a jotdown.es

3 de abril de 1968. Tras un largo periplo de actividades y compromisos públicos, el reverendo Martin Luther King Jr. está física y emocionalmente agotado. La gira de apariciones públicas ha finalizado y su intención es regresar a Washington para descansar lo antes posible. Y de haberlo hecho, hubiese seguido vivo. Pero sobrevivir no estaba escrito en su destino. Era como un hombre que caminaba hacia la cruz: tarde o temprano se vería con clavos en las palmas de sus manos, y nada podía hacer por evitarlo.