Publicado hace 5 años por doctoragridulce a magnet.xataka.com

Aunque El Valle de los Caídos está considerado “cementerio público”, no religioso, y su titularidad es estatal y dependiente de Patrimonio Nacional, el derecho canónico hace que sean unos monjes benedictinos que dependen de una abadía en Francia los que deciden qué pasa dentro de la basílica, aunque no sea de su titularidad. Por ejemplo, se supone que la gente debería poder visitar el interior de las instalaciones, que tenemos tal derecho, pero los monjes tienen echado el cierre y nadie ha traspasado sus puertas en estos años.

Comentarios

D

Creo que la familia se equivoca. Deberían ser ellos los que deberían solicitar al prior del monasterio sacar de ahí a Franco. Ni siquiera él pidió expresamente en vida ser enterrado en ese lugar.

Paracelso

#1 Yo creo que la familia piensa primero en el dinero, porque su propia viuda no quería que lo enterraran ahí, y más allá de la posible invención del arquitecto no hay constancia de su deseo a ser enterrado ahí... Pero claro, mientras consigas atención mediática y tal tendrán un grupo de gente dispuestos a financiarles y si dicen que el proceso ha costado x millones, pues ale, esos tontos a pagar para apoyar a la familia de su amado dictador.

D

#3 Independientemente de lo que cada persona pueda pensar sobre la dictadura, está claro que en la actualidad polariza a parte de la sociedad y consume energía valiosa que se debería destinar a temas más urgentes. Si saliera de ellos (de la familia), el asunto quedaría zanjado sin todos estos líos.

Paracelso

#4 Sí, pero es lo que te digo, a pesar de que alguno pueda estar en contra de su antepasado (yo reniego de algunos de mis antepasados hijos de puta sin mayor problema) no lo va a hacer porque han encontrado una buena fuente de financiación en todos aquellos que apoyan al dictador, así que cuanto más lo alarguen más fondos podrán conseguir.

J

#1 Está enterrado ahí porque es ahí donde estaba enterrado Jose Antonio Primo de Rivera.
Y aunque el tirano quizás no explicitase donde quería ser enterrado, sí sabía que en la cripta se construían dos nichos en el suelo, uno para el falangista, y el otro.... para él.

D

#5 Franco y José Antonio no se llevaban bien. Hace poco compartí por aquí (comparto de nuevo) tres fragmentos de la biografía de Paul Preston sobre Franco donde explica la casi nula relación que tuvieron en vida:

p. 129 La Falange fue insignificante hasta 1936, excepto por la contribución de su vandalismo político al agravamiento de las tensiones que desembocarían finalmente en la Guerra Civil. José Antonio era amigo íntimo de Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco, pero a pesar de los esfuerzos de Serrano Súñer por acercarlos, el cauto y laborioso general y el exuberante playboy nunca hicieron buenas migas.

p. 133 José Antonio Primo de Rivera hizo un esfuerzo por cultivar la relación con Franco. En los márgenes de los acontecimientos, pero claramente influido por los indicios de la probable influencia de Franco en lo que estaba a punto de suceder, el jefe de la Falange le escribió una delirante carta en la que afirmaba que la victoria socialista era inminente y equivalía a una invasión extrajera, pues Francia aprovecharía la oportunidad para anexionarse Cataluña. La carta de José Antonio no suscitó ningún interés en Franco, que no se molestó en responder.

p. 147 Justo antes de las elecciones, a mediados de febrero, la precaución instintiva de Franco quedó patente durante un encuentro con José Antonio Primo de Rivera, en casa del padre y hermanos de Ramón Serrano Súñer. Al jefe de la Falange le obsesionaba la necesidad de una intervención militar de precisión quirúrgica como preludio a la creación de un gobierno nacional que atajase la tendencia a la revolución. De hecho, a pesar del seductor encanto que le hacía niño mimado de la alta sociedad española, el joven líder fascista nunca atrajo ni impresionó a Franco, que en esta reunión se mostró evasivo, impreciso y cauto. (...) Franco no estaba dispuesto a convertirse en cómplice de la conspiración de un joven jefe falangista a quien no respetaba y que contaba con poco apoyo popular. En esta reunión, en lugar de ir al grano charlaron sin propósito fijo. José Antonio, profundamente desilusionado e irritado, dijo: «Mi padre, con todos sus defectos, su desorientación política, era otra cosa. Tenía humanidad, decisión y nobleza. Pero estas gentes...».

tiopio

#1 Tenía la tumba reservada desde la construcción del Valle.

D

#11 A raíz de tu observación, he ojeado el libro de Preston que cito en otro comentario para ver si decía algo al respecto y, efectivamente, coincide con lo que señalas:

p. 739 La construcción había costado 20.000 millones de pesetas. Franco equiparó el Valle de los Caídos con El Escorial: éste, símbolo de la pasada grandeza de la era de Felipe II; aquel, símbolo de la grandeza de su propia era. (...) En el momento de la inauguración, si no antes, Franco estaba hablando de que lo enterraran en la basílica. Diego Méndez, el arquitecto que sustituyó a Muguruza cuando éste murió, suponiendo que ese era su deseo, estaba proyectando situar una tumba frente al altar mayor, en el lado opuesto a que ocupaba la de José Antonio, de tal forma que el fallecido Caudillo sería «el amo de la casa... la persona que recibe a otros en su casa». No se equivocaba. En el día de la inauguración, Franco estaba recorriendo la basílica con Méndez y, señalando precisamente el lugar escogido por éste, le dijo: «Bueno, Méndez, y en su día, yo aquí, ¿eh?».

No obstante, mi primer comentario venía a raíz del siguiente artículo de ElPaís del año 2010:

Gamazo, de 87 años, asesor y amigo personal de Carlos Arias Navarro, presidente del Gobierno en 1975. Gamazo asegura al respecto: "Semanas antes de la muerte de Franco, el presidente Carlos Arias preguntó a la hija del jefe del Estado, Carmen Franco Polo, si la familia tenía alguna previsión sobre el lugar de enterramiento de su padre: "Ninguna", respondió Carmen Franco Polo". A juicio de Gamazo, "la decisión de enterrar a Franco en el Valle de los Caídos no fue suya, ni de su familia". Y añade: "Probablemente fue decisión del Rey".

https://elpais.com/diario/2010/10/16/espana/1287180012_850215.html

J

#9 esa solución es de las mas viable.

Echar al tirano, así por las “buenas”, cuenta entre 2-5 años para conseguirlo, puesto que, en su caso, interpondría un recurso contencioso administrativo pidiendo la nulidad de la orden de exhumación y que como medida cautelar no se haga nada mientras se resuelve el recurso.

Lo mejor sería modifica la ley de memoria histórica para legalizar/blindar la exhumación.

Paracelso

Creo que sería mucho más fácil e inmediato borrar o reescribir la lápida en plan "Otro muerto más". O incluso me haría gracia levantarme y ver que han puesto "Tumba de papá pitufo" y que se vuelva un lugar de peregrinación de los seguidores de Peyo.

J

#2 yo haría un agujero en la losa y pondría un retrete justo encima. El nicho haría de pozo ciego.
Lo mismo con la losa del falangista que está a 5 metros de la primera a otro lado del altar

Paracelso

#7 Bueno, al margen de odios yo hablaba de medidas realistas. No creo que el Gobierno tuviera problema legal en realizar una pequeña reforma en un edificio de Patrimonio Nacional para borrar la lápida, mientras se decide que hacer con el cuerpo, no estás profanando ... incluso si me apuras que se escuden en la LOPD ya que el finado no dejo explícitamente indicado que su lugar de enterramiento fuera público y eso es un dato protegido