Si Henry Ford volviera a la vida hoy, muy probablemente estaría fascinado por Internet: la manera desinhibida en que mucha gente se expresa en la Red hace muy fácil supervisar las vidas privadas de los empleados. Ya no son necesarias las inspecciones de domicilio; muchas empresas estadounidenses ahora recurren a Internet para espiar a sus empleados. Si no logra mantener estándares de conducta “profesionales” en su tiempo libre, podría perder su empleo.
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"A principios de 1913, la Ford Motor Company mantenía un “Departamento sociológico”, integrado por investigadores que visitaban los hogares de todos, salvo los empleados de máximo nivel. Su labor era buscar información sobre la religión, los patrones de gasto y ahorro, hábitos de bebida y la forma en que se “divertía” el trabajador."
Joder, ya sé que jefes hijos de puta hubo siempre, pero manda carallo con el amigüito del Führer...