Hace 5 años | Por edurne6 a vice.com
Publicado hace 5 años por edurne6 a vice.com

Desde la Iglesia Católica hasta Felipe V, pasando por Carlos IV o la Segunda República: antitaurinos ha habido siempre.

Comentarios

D

#1 De acuerdo, aunque alguno si lo echará de menos, aunque sin subvenciones también muchas cosas dejarían de ser "rentables".

gonas

#2 Y surgirian otras cosas rentables.

Paisos_Catalans

#9 Siempre habrá paletos sanguinarios. Si no es con los toros, será tirando cabras de campanarios. Hay que acabar con ellos civilizándolos.

gonas

#42 cada vez que se ha ido a civilizar a unos paletos se ha hecho una animalada.

D

#43 Yo estoy totalmente en contra de los toros, pero si te refieres a protestas en los pueblos donde se celebran, eso no es civilizarlos. Hacerlo sería educarlos para hacerles entender que eso es incorrecto y no responde a ninguna necesidad. Protestar por ejemplo atandote a la puerta por la que salen los toros para que no puedan abrirla no es civilizarlos. Es decirle a unos paletos "mis huevos son mas gordos que los tuyos". Y esos juegos en los pueblos nunca acaban bien.

D

#2 En todo este tipo de cosas siempre se produce el mítico duelo de tradición contra modernidad. A la hora de subvencionar es lo mismo una tradición que represente unos determinados valores considerados hoy en día obsoletos (Divertir a la gente a partir del maltrato animal) como otra que no hace mal a nadie (Música tradicional, bailes regionales, etc.). Seguro que habrá gente que eche de menos cuando en su pueblo tiraban una cabra viva desde un campanario, el tema es si merece la pena escuchar el criterio de dichas personas y pensar en la imagen de país que das manteniendo ese tipo de tradiciones.

Por mucho que nos joda, en España solemos tener 0 espíritu crítico para este tipo de cuestiones: nos podemos reír de los mexicanos porque mantengan sus peleas de gallos, pero nos parece que los toros son algo completamente distinto y más refinado.

D

#1 Otra cosa que no haría es prohibirlos, así solo creas el futuro germen de gente que pedirá que vuelvan porque les quitaron blablablablabla....

MJDeLarra

#1 En menos de un lustro diría yo.

D

#1 Pues lo lógico, dejar que mueran por desidia. Por desgracia para mucha gente es un asunto identitario.

D

#1 Los que han maniobrado en Andalucia para recibir aún más subvenciones. Igual que con la caza.

perrico

#11 No entiendo cómo se puede subvencionar la caza. Me refiero al procedimiento administrativo.
Me parecería una aberración.

D

#16 no? Creo que VOX tampoco . Aunque como no conocen ni respetan la separación de poderes, la Constitución y/o las leyes existentes, así van.

D

#1 No solo eso, habría que dejar de subvencionar bastante cosas, pero esta es una de ellas y bastante importante.

D

#1 Menuda parida. La gente que le gusta ir a las corridas sí lo echarían de menos.

llorencs

#29 Que son una minoría muy minoritaria. Y además que suelen ser vejestorios, así que en poco tiempo nadie los echaría de menos.

a

#1 nadie echaria de menos el gasto publico para esta y otras mamandurrias.

#1 eso me vale si tb quitas subvenciones a partidos, a sindicatos, cine, tv, teatro, radio, etc etc etc

perrico

#7 Ni 100. En 2017, lo que es corridas de toros ha habido menos de 400.

J

#28 #25 #26 #7

Me hacen gracias los antitaurinos que luego consumen huevos del 3; cuando el toro de lidia es con diferencia el animal de consumo humano que mejor vida tiene en su conjunto, 100 veces mejor que cualquier gallina que todos os comeis, vaca, cerdo, pollo, etc etc etc....
desde el punto de vista del animal, es mejor ser toro de lidia, o ser gallina del 3? o pollo que todos os comeis en el macdonalds?
EL TORO DE LIDIA paga en la plaza la vida de lujos que tiene!!, a ver si os enterais que sino seria imposible que tuviera una vida tan buena, os cargais los toros, os cargais esa vida de lujos, asi de simple.
Yo no soy taurino, soy anti-antitaurino, que no es lo mismo.

ARRIKITOWN

#38 Es muy simple. Tu esperanza de vida es de 80 años aproximadamente. ¿Vivirías con esos supuestos lujos durante 20 años para acabar muriendo torturado para divertir a un puñado de sádicos?

#39 POR SUPUESTO!!! si la alternativa son 20 años de tortura como tienen el resto de animales!!!

ARRIKITOWN

#40 No, la alternativa es que no te críen para eso.

#44 ESA alternativa no existe para los animales de consumo humano, o estas peor que el toro, o no estas, no hay termino medio.

ARRIKITOWN

#45 El toro no se cría por su carne. Eso es un aprovechamiento más pero es irrelevante. Si fuera por la carne se criarían cerdos ibéricos, mucho más rentables.

polvos.magicos

Los que se tienen por católicos no deberían ni verlos en la tele:

Pio V, Promulgó la bula "De Salute gregis Dominici" (1.er de noviembre de 1567), por medio de la cual prohibió los juegos taurinos, "estos sangrientos y vergonzosos espectáculos dignos de los demonios y no de los hombres", así como cualquier participación activa o pasiva en ellos.
En su decreto, el Papa advertía que "Si alguno llegase a encontrar en estos (juegos) la muerte, que la sepultura eclesiástica le sea negada", precisando además que "prohibimos e impedimos, en virtud de que la presente Constitución estará vigente para siempre, so pena de incurrir ipso facto en la excomunión, permitir que tengan lugar espectáculos de este tipo, donde se hostigue a toros y otras bestias salvajes (...) Prohibimos igualmente, bajo pena de excomunión y de anatema, a los clérigos así como a los seglares (…) asistir a estos espectáculos. (...) Si alguno llegase a encontrar en éstos la muerte, que la sepultura eclesiástica le sea negada".
Pío V termina aclarando que "Ordenamos a todos nuestros hermanos patriarcas, primados, arzobispos y obispos, y a nuestros ordinarios locales en virtud de santa obediencia, apelando al juicio divino y a la amenaza de la maldición eterna, que hagan publicar suficientemente nuestro escrito en las ciudades y diócesis propias y cuiden que se cumpla lo que arriba hemos ordenado (...) Queremos que el presente escrito se haga público en la forma acostumbrada en nuestra Cancillería Apostólica y se cuente entre las constituciones que estarán vigentes perpetuamente."

Meola

Os dejo el programa de Nieves Concostrina sobre el tema.

Toros, una bronca histórica - Cualquier tiempo pasado fue anterior (25/06/2017)

D

#8 Fantástico programa, la verdad.

p

No hay que prohibir los toros, lo que hay que prohibir es torturarlos como espectáculo, que no es lo mismo.

Guanarteme

El 1 de noviembre de 1567 promulgó una bula, llamada De salutis gregis dominici, por la que excomulgaba a quienes “organizaran o asistieran” a los festejos taurinos. Los consideraba una costumbre “pagana, bárbara, cruenta y vergonzosa”, propia “no de hombres sino del demonio”, y “contraria a la piedad y caridad”

Por este tipo de ejemplos no tengo claro en absoluto el que no podamos juzgar la historia con los ojos del siglo XXI. Existe una moral universal que dice que causar sufrimiento por diversión es algo del todo inadmisible y muchas cosas que para nosotros son inaceptables y que antes se practicaban con más frecuencia, ya causaban rechazo y censura antes de la declaración universal de los derechos humanos.

s

#13 Que los católicos estén en contra de los toros es algo lógico. El sin sentido es la situación actual, en la que defienden una fiesta heredada del circo romano donde morían los primeros cristianos.

a

#20 los primeros cristianos no morian por ser cristianos, sino por ser impios.

Sr.No

#13 la Ley Natural dirian los cristianos.

D

Es descojonante ver como aún hay gente que tiene fe en los españoles y cree que retirando subvenciones se acabaría la tortura, que también hay que tenerlos gordos para no querer prohibir un acto salvaje así.

A ver nenes, que vivís en España, país donde si se habla de quitar de la tv pública a la panda de chalados que se reunen en un templo a hablar con el señor invisible, el programa triplica la audiencia. Si quitaran las subvenciones a la tauromaquia pagarían encantados lo que falta para cubrir el gasto e incluso muchos se aficionarían por joder a los podemitas.

D

#19 Yo soy así, desde luego. Cuando oigo a alguien expresarse de una manera tan desagrable como tú, quiero hacer justo lo contrario a lo que digas.

D

#30 No te tires desde lo alto del campanario de tu pueblo.

D

#31 Te ha podido la avaricia y se te ha olvidado ser desagradable junto a tu petición. Jaque mate.

#19 que tiene que ver la iglesia con los toros? te puedo dar figuras muy anticatolicas que eran taurinas, asi que tu asociacion no tiene ni pies ni cabeza, mas aun, la tradicion de los toros se ha dado siempre mas en las comunidades mas de izdas, como andalucia por ejemplo.

D

En cuanto desaparezca va a parecer mentira que eso hubiese llegado a existir...

D

Siempre ha sido una salvajada... normal que siempre haya habido antitaurinos.

Aguirre_el_loco

Me parece que saltarse la Guerra de Independencia, con la legalización populista por José Bonaparte, y los debates en las Cortes de Cádiz...
La opinión de Jovellanos es muy clara y concisa.

Aguirre_el_loco

#22
Toros

Ciertamente que no se citará como tal la lucha de toros, a que nos llaman ya la materia y el orden de este escrito. Las leyes de Partida la cuentan entre los espectáculos o juegos públicos. La 57, tít. XV, part. I, la menciona entre aquellas a que no deben concurrir los prelados. Otra ley (la 4.ª, part. VII, tít. De los enfamados) puede hacer creer que ya entonces se ejercitaba este arte por personas viles, pues que coloca entre los infames a los que lidian con fieras bravas por dinero. Y si mi memoria no me engaña, de otra ley u ordenanza del fuero de Zamora se ha de deducir que hacia los fines del siglo XIII había ya en aquella ciudad, y por consiguiente en otras, plaza o sitio destinado para tales fiestas.

Como quiera que sea, no podemos dudar que este fuese también uno de los ejercicios de destreza y valor a que se dieron por entretenimiento los nobles de la Edad Media. Como tales los hallamos recomendados más de una vez y de ello da testimonio la crónica del conde de Buelna. Hablando su cronista del valor con que este paladín, tantas veces triunfante en las justas de Castilla y Francia, se distinguió en los juegos celebrados en Sevilla para festejar el recibimiento de Enrique III cuando pasó allí desde el cerco de Gijón, «e algunos días, dice, corrían toros, en los cuales non fue ninguno que tanto se esmerase con ellos, así a pie como a caballo, esperándolos, poniéndose a gran peligro con ellos, e faciendo golpes de espada tales que todos eran maravillados»14.

Continuó esta diversión en los reinados sucesivos, pues la hallamos mencionada entre las fiestas con que el condestable señor de Escalona celebró la presencia de Juan el II cuando vino por la primera vez a esta gran villa, de que le hicieron merced.

Andando el tiempo, y cuando la renovación de los estudios iba introduciendo más luz en las ideas y más humanidad en las costumbres, la lucha de toros empezó a ser mirada por algunos como diversión sangrienta y bárbara. Gonzalo Fernández de Oviedo15 pondera el horror con que la piadosa y magnífica Isabel la Católica vio una de estas fiestas, no sé si en Medina del Campo. Como pensase esta buena señora en proscribir tan feroz espectáculo, el deseo de conservarlo sugirió a algunos cortesanos un arbitrio para aplacar su disgusto. Dijéronle que, envainadas las astas de los toros en otras más grandes para que vueltas las puntas adentro se templase el golpe, no podría resultar herida penetrante. El medio fue aplaudido y abrazado en aquel tiempo; pero, pues ningún testimonio nos asegura la continuación de su uso, de creer es que los cortesanos, divertida aquella buena señora del propósito de desterrar tan arriesgada diversión, volvieron a disfrutarla con toda su fiereza.

La afición de los siguientes siglos, haciéndola más general y frecuente, le dio también más regular y estable forma. Fijándola en varias capitales y en plazas construidas al propósito, se empezó a destinar su producto a la conservación de algunos establecimientos civiles y piadosos. Y esto, sacándola de la esfera de un entretenimiento voluntario y gratuito de la nobleza, llamó a la arena a cierta especie de hombres arrojados que, doctrinados por la experiencia y animados por el interés, hicieron de este ejercicio una profesión lucrativa y redujeron por fin a arte los arrojos del valor y los ardides de la destreza. Arte capaz de recibir todavía mayor perfección si mereciese más aprecio o si no requiriese una especie de valor y sangre fría que rara vez se combinarán con el bajo interés.

Así corrió la suerte de este espectáculo, más o menos asistido o celebrado según su aparato y también según el gusto y genio de las provincias que lo adoptaron, sin que los mayores aplausos bastasen a librarle de alguna censura eclesiástica y menos de aquella con que la razón y la humanidad se reunieron para condenarle. Pero el clamor de sus censores, lejos de templar, irritó la afición de sus apasionados y parecía empeñarles más y más en sostenerle cuando el celo ilustrado del piadoso Carlos III le proscribió generalmente, con tanto consuelo de los buenos espíritus como sentimiento de los que juzgan de las cosas por meras apariencias.

Es por cierto muy digno de admiración que este punto se haya presentado a la discusión como un problema difícil de resolver. La lucha de toros no ha sido jamás una diversión ni cotidiana, ni muy frecuentada, ni de todos los pueblos de España, ni generalmente buscada y aplaudida. En muchas provincias no se conoció jamás, en otras se circunscribió a las capitales y donde quiera que fueron celebradas, lo fue solamente a largos períodos y concurriendo a verla el pueblo de las capitales y de tal cual aldea circunvecina. Se puede, por tanto, calcular que de todo el pueblo de España apenas la centésima parte habrá visto alguna vez este espectáculo. ¿Cómo, pues, se ha pretendido darle el título de diversión nacional?

Pero si tal quiere llamarse porque se conoce entre nosotros de muy antiguo, porque siempre se ha concurrido a ella y celebrado con grande aplauso, porque ya no se conserva en otro país alguno de la culta Europa, ¿quién podrá negar esta gloria a los españoles que la apetezcan? Sin embargo, creer que el arrojo y destreza de una docena de hombres criados desde su niñez en este oficio, familiarizados con sus riesgos y que al cabo perecen o salen estropeados de él, se puede presentar a la misma Europa como un argumento de valor y bizarría española, es un absurdo. Y sostener que en la proscripción de estas fiestas, que por otra parte puede producir grandes bienes políticos, hay el riesgo de que la nación sufra alguna pérdida real, ni en el orden moral ni en el civil, es ciertamente una ilusión, un delirio de la preocupación. Es, pues, claro que el gobierno ha prohibido justamente este espectáculo y que, cuando acabe de perfeccionar tan saludable designio, aboliendo las excepciones que aún se toleran, será muy acreedor a la estimación y a los elogios de los buenos y sensatos patricios.


http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/memoria-para-el-arreglo-de-la-policia-de-los-espectaculos-y-diversiones-publicas-y-sobre-su-origen-en-espana--0/html/fedbb6e0-82b1-11df-acc7-002185ce6064_4.html

n

Menudo careto.

aupaatu

Están empeñados en mantener que se prohíben, simplemente dejan de existir si el estado no les sudvenciona, sencillamente porque no son rentables,por eso el PP se encargó de hacerlo patrimonio cultural, para asegurar su mantenimiento con fondos públicos.

D

Es algo vergonzoso, arcaico y aborrecido por la mayoría de los jóvenes, salvo a algunos de derechas, tipo neonazis o hijos de políticos.