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#4:
Cuento una historia: mi mejor amigo es profesor de matemáticas especializado en la estadística. Como ve la de chavales que cada vez más apuestan, se le ocurrió dedicar parte de las clases a explicarles probabilidad y cómo todo está montado para que ellos pierdan dinero; además, quiso darles algo de cultura financiera y teoría de juegos y iba muy adelantado en el programa lectivo.
En una ocasión les puso a jugar al Monopoly y a hacer un estudio sobre las tiradas más probables y los mejores lugares para invertir. En otra, les puso a tirar un dado una y otra vez para explicarle la ley de los grandes números, y, en otra, llevó una pequeña ruleta de juego de mesa para explicarles la falacia del casino de Montecarlo y por qué el mito de "apuesta siempre a un color" es eso, un mito, y cómo afecta la casilla verde a la probabilidad de todo el juego.
Los cabroncetes, obviamente, se lo gozan en esas clases y a él le ha servido para identificar a aquellos con un don natural para las matemáticas. Me dijo, además, con secreto orgullo, que en la puerta del instituto oyó a unos de sus alumnos reírse de otros que iban a hacer apuestas diciéndoles que estaba todo amañado.
Me consta (por compañeros suyos; él es muy modesto para decirlo) que es un profesor muy querido por los alumnos y que disfrutan sus clases. No obstante, parece ser que hace poco tuvieron una inspección de educación en su instituto, y él no estaba enterado. No sé si fue el día de la ruleta, el del Monopoly, el de las puertas o el de los dados, pero recibió una bronca fuerte de los inspectores y la directora le ha retirado la palabra.
Luego nos llenamos la boca con formas innovadoras de enseñanza, pero me juego el culo que él ha hecho más por la cultura matemática y contra las apuestas de sus alumnos que mil campañas de información.
En una ocasión les puso a jugar al Monopoly y a hacer un estudio sobre las tiradas más probables y los mejores lugares para invertir. En otra, les puso a tirar un dado una y otra vez para explicarle la ley de los grandes números, y, en otra, llevó una pequeña ruleta de juego de mesa para explicarles la falacia del casino de Montecarlo y por qué el mito de "apuesta siempre a un color" es eso, un mito, y cómo afecta la casilla verde a la probabilidad de todo el juego.
Los cabroncetes, obviamente, se lo gozan en esas clases y a él le ha servido para identificar a aquellos con un don natural para las matemáticas. Me dijo, además, con secreto orgullo, que en la puerta del instituto oyó a unos de sus alumnos reírse de otros que iban a hacer apuestas diciéndoles que estaba todo amañado.
Me consta (por compañeros suyos; él es muy modesto para decirlo) que es un profesor muy querido por los alumnos y que disfrutan sus clases. No obstante, parece ser que hace poco tuvieron una inspección de educación en su instituto, y él no estaba enterado. No sé si fue el día de la ruleta, el del Monopoly, el de las puertas o el de los dados, pero recibió una bronca fuerte de los inspectores y la directora le ha retirado la palabra.
Luego nos llenamos la boca con formas innovadoras de enseñanza, pero me juego el culo que él ha hecho más por la cultura matemática y contra las apuestas de sus alumnos que mil campañas de información.
#1:
Se nota que es un chaval joven porque lo achaca a la torpeza e ineptitud de quien debería cambiarlo en lugar entender que es una mierda porque quieren que sea una mierda.
Tiene un nombre, inocencia.
Tiene un nombre, inocencia.
#5:
#1 Fíjate que yo diría que es lo contrario: cuando eres joven, todo ha de tener un orden, y si el mundo va mal es porque existen fuerzas ocultas que quieren que el mundo vaya exactamente así. En cierto sentido, es más tranquilizador que pensar lo que piensan muchos cuando maduran: que el mundo es un maremágnum de fuerzas contrapuestas, egoístas y no colaborativas, y se ponen de acuerdo sólo en momentos puntuales, y que nadie está al cargo de nada y vamos a la deriva.
Comentarios
Cuento una historia: mi mejor amigo es profesor de matemáticas especializado en la estadística. Como ve la de chavales que cada vez más apuestan, se le ocurrió dedicar parte de las clases a explicarles probabilidad y cómo todo está montado para que ellos pierdan dinero; además, quiso darles algo de cultura financiera y teoría de juegos y iba muy adelantado en el programa lectivo.
En una ocasión les puso a jugar al Monopoly y a hacer un estudio sobre las tiradas más probables y los mejores lugares para invertir. En otra, les puso a tirar un dado una y otra vez para explicarle la ley de los grandes números, y, en otra, llevó una pequeña ruleta de juego de mesa para explicarles la falacia del casino de Montecarlo y por qué el mito de "apuesta siempre a un color" es eso, un mito, y cómo afecta la casilla verde a la probabilidad de todo el juego.
Los cabroncetes, obviamente, se lo gozan en esas clases y a él le ha servido para identificar a aquellos con un don natural para las matemáticas. Me dijo, además, con secreto orgullo, que en la puerta del instituto oyó a unos de sus alumnos reírse de otros que iban a hacer apuestas diciéndoles que estaba todo amañado.
Me consta (por compañeros suyos; él es muy modesto para decirlo) que es un profesor muy querido por los alumnos y que disfrutan sus clases. No obstante, parece ser que hace poco tuvieron una inspección de educación en su instituto, y él no estaba enterado. No sé si fue el día de la ruleta, el del Monopoly, el de las puertas o el de los dados, pero recibió una bronca fuerte de los inspectores y la directora le ha retirado la palabra.
Luego nos llenamos la boca con formas innovadoras de enseñanza, pero me juego el culo que él ha hecho más por la cultura matemática y contra las apuestas de sus alumnos que mil campañas de información.
#4 es lo que dice #3 tu amigo sacó los pies del tiesto
#4 En una sociedad tiene que existir todo tipo de formas de ver la vida, y la de los funcionarios aporta estabilidad y cierto orden, que me parece positivo.
Pero en momentos de cambio, la estabilidad se convierte en inmovilismo. En el caso de la educación, este inmovilismo está destruyendo el sentido mismo de la educación reglada, y no falta mucho para que el único fin de muchas escuelas sea defender su propia existencia. Hoy en día, es mucho más sencillo "ascender" en la vida con principios que están al margen de la educación reglada, y viceversa, los principios de la educación reglada (los valores que están detrás de la bronca a ese profesor) son los que te condenan a una vida de escasez.
#4 Y sus alumnos ¿qué tal en selectividad?
#14 Este año no da clase en bachillerato, sólo en la ESO (de cuarto curso eran estos, para ser más exactos). Así que no sabría decirte.
#4 Pues es raro que la inspección le echara una bronca por eso. Es más, lo que se busca ahora es la innovación, gamificación, flipped classroom... todo tipo de estrategias activas. El inspector preguntaría que qué estaban haciendo, y tu amigo debio explicar su estrategia, decir con qué estándares evaluables estaba relacionado y qué competencias se trabajaban con aquellos "juegos".
#16 A mi también me sorprendió, la verdad. Tal vez fue el impacto de ver a chavales jugando a la ruleta y mi amigo no supo explicarse, qué sé yo.
#16 la historia es mentira, no le des mas vueltas. es una buena historia, eso si.
#22 habló Dios
#4 Esa historia está en "The Wire", temporada 5, les enseñan matemáticas jugando a los dados.
A veces la realidad supera la ficción
#4 Tu amigo es un crack!!!! Ojalá hubiera más como él, no es coña, felicítalo si se da la ocasión.
Se nota que es un chaval joven porque lo achaca a la torpeza e ineptitud de quien debería cambiarlo en lugar entender que es una mierda porque quieren que sea una mierda.
Tiene un nombre, inocencia.
#1 Fíjate que yo diría que es lo contrario: cuando eres joven, todo ha de tener un orden, y si el mundo va mal es porque existen fuerzas ocultas que quieren que el mundo vaya exactamente así. En cierto sentido, es más tranquilizador que pensar lo que piensan muchos cuando maduran: que el mundo es un maremágnum de fuerzas contrapuestas, egoístas y no colaborativas, y se ponen de acuerdo sólo en momentos puntuales, y que nadie está al cargo de nada y vamos a la deriva.
#5 bien jugada la carta de "fuerzas ocultas". Supongo que cuando no profundizas en lo que sucede a tu alrededor la explicación, que responde a todo y te permite asimilar lo que sucede, es que es un caos y cada uno mira por sus intereses. Sin embargo cuando te interesas por temas en concreto te das cuenta que a pesar de que cada uno mira por sus intereses hay una linea general que no es fruto de la casualidad. Que tus padres pudieran mantener a varios hijos con el sueldo de solo uno de los miembros y ahora con dos sueldos vayas ahogado no es casualidad.
#10 A ver, tampoco es que crea que todo es producto del azar. Sí que creo que hay unos intereses difusos en una educación que no permita cuestionar el statu quo, al igual que creo que hay intereses difusos en la economía o en lo jurídico (hace poco, expresé mi creencia de que las normas se hacen complicadas a propósito, lo que implica una mano dominante detrás).
Lo que quiero decir (y es demasiado complejo de explicar en un comentario) es que esos intereses difusos (lo que sería las fuerzas ocultas) son más bien intereses egoístas coincidentes en un punto. Pondré un ejemplo: tal vez un banquero y un político no tengan como objetivo principal el empobrecimiento de la clase media y trabajadora; no obstante, sus objetivos (el enriquecimiento propio y su falsa meritocracia) llevan necesariamente aparejado, o al menos no combaten, esos efectos, y no les preocupa.
No sé si me explico.
#11 si piensas que las consecuencias deben ignorarse porque no son problema ni causa de quien las provoca, habría que reconocer que lo que falla es el sistema. Entonces deberías plantearte por qué hay gente que defiende este sistema a pesar de sus consecuencias.
#12 No, no creo que deban ignorarse. Creo que se ignoran. De la misma forma que creo que no deba violarse a nadie pero creo que se viola a gente, no sé si me sigues.
#13 sí, por eso defender un sistema que desentienda a quien se enriquezca de sus consecuencias, como empobrecer a la población y matarla de hambre o guerras, es como desentender a un violador de una violación solo porque buscaba placer.
Quien defienda este sistema, sabiendo lo que realmente es, solo puede ser un interesado psicópata. La cuestión es cuántos de éstos están en el poder, en sus diferentes formas, y si un simple idiota inconsciente podría llegar a estarlo.
#18 Ah, ahora te entiendo. Y sí, estoy de acuerdo contigo.
Eres todavía muy joven con 13 años. No te confundas, el objetivo de la escuela no es que tu aprendas.
La escuela tiene tres objetivos:
- Que asumas que eres partes de una sociedad herárquica, y por lo tanto siempre alguien te mandará.
- Que tengas las habilidades suficientes para cumplir la ordenes.
- Que la mayor parte del tiempo hagas tareas que para ti no significan nada, sólo por que te las han ordenado.
Mientras el horario laboral sea de 40 horas, que ningún adolescente espere ver reducido su horario de clases, lo uno y lo otro van de la mano.
Interesante reflexión y pensamiento sobre que en la escuela no enseñan a reflexionar o pensar.
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Me imagino al alumno dentro de 20 años leyendo lo que ha escrito...
Cuidado! que está muy bien para un niño de 13 años, pero demuestra que tiene eso, 13 años.
¿Sabeis el tiempo que tienen los maestros para prepararse las clases? ¿Y queréis que además las personalicen? ¿y hagan examenes adecuados a lo que ha estudiado CADA alumno? ¿y que además tengan material adecuado para los intereses de cada alumno? ¿y que sepan de ese campo lo suficiente para enseñar algo especifico de cada uno de los temas de interés de cada uno de los alumnos cada día del curso?
Obviamente, no.