Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, han encontrado una nueva forma de bloquear la causa raíz del dolor: la clave es una proteína de origen natural llamada proteína de unión a apolipoproteína A-I (AIBP). En este estudio, los ratones que recibieron quimioterapia reaccionaron al tacto más leve. Pero una sola inyección intratecal de AIBP revirtió completamente el estado de dolor inducido por la quimioterapia y los ratones pudieron soportar niveles normales de estimulación mecánica.
Comentarios
Sin cannabis no menea la gente.
#1 Se puede consumir cannabis, perfectamente, aunque desarrollen con éxito la implantación del tratamiento en humanos. No solo de un modo recreativo, sino para las molestias estomacales (náuseas y vómitos) y para abrir el apetito.
Contrarrestaría el uso de opiáceos como método paliativo, pero no (necesariamente) el de cannabionoides.
#2 el cannabis puede tener efectos en un lado o en otro. Pero no confundamos el uso que se le puede dar con los estudios pautados para minimizar los efectos no deseados y maximizar los buscados. No es lo mismo el porro o infusión que alivia la náuseas que la búsqueda del principio activo que quita la náusea y no provoca sopor por ejemplo.
#6 Sí, a lo que me refería es que esta inyección supliría el uso de opioides que son los que se utilizan para paliar el dolor. Estoy de acuerdo en que se debería incentivar la investigación para que no existan "efectos secundarios", pero ¡qué coño!, ya que las estoy pasando putas, deja que me coja un colocón por lo menos...
#1 es que esta noticia está promovida por el malvado conglomerado del mal de la industria farmacéutica ®
#4 encima que buscan no depender tanto de los opiáceos. Qué pena que la gente no vea que esto es importante.
Estas noticias me dan subidón.
Pero pronto viene corriendo mi voz interior de bajona a avisarme de que, si esto es eficaz y tiene éxito, ya se encargarán las farmacéuticas de hacer un buen negocio redondo, sacarle 1000% de beneficio económico y extender su uso para todas las enfermedades que puedan y durante el mayor tiempo posible, pese a que se vaya avanzando en la investigación (por ejemplo, descubriendo un tratamiento contra el cáncer que no provoque los efectos secundarios de la quimio).