Hace 10 años | Por paparamericano a lne.es
Publicado hace 10 años por paparamericano a lne.es

Un día, cuando llevaba cerca de un año en Mieres, llegó con marcas en el cuello y, ante la insistencia de su madre de acogida, acabó por confesar que su padre le hacía «cosas feas» y que la «tocaba por la noche», siempre según la versión de la mierense, que denunció los hechos en el Juzgado. El informe forense determinó que no había suficientes pruebas de la agresión y el caso fue archivado, pero se decretó una orden de alejamiento contra el padre.

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