Para evitar hundirnos en la desazón de Gurtheles, Urdangarines, Garzones, Dorribos, Ruicesmateos y otros affaires judiciales, hago un barrido por la prensa americana y tropiezo con el juicio de los Tribunales de Virginia a un conductor denunciado por un taxista con el que colisionó por la triple circunstancia de conducir a gran velocidad, conducir ebrio e ir simultáneamente haciendo el amor en el asiento de atrás. Un tres en uno increíble pero cierto.
Comentarios
Seguro que no era un Simca 1000...
#2 Pues claro que no, era un Opel Corsa.
...conducía desde el asiento de atrás, pues si que la tenía larga ...la mano.
En España solo se condenaría por tal heroicidad a Garzón. Era lo que le faltaba